Reforma de corazones

Hoy celebramos en la República Dominicana el Día de la Reforma Agraria, desde niño he estado oyendo de la necesidad de reformas agrarias, la repartición de la tierra.

Para nosotros los creyentes, está muy claro, que la tierra y todas las extensiones que hay en ella, todos los metros, tareas o como se le quiera llamar, son un don de Dios para todos los hombres, y evidentemente el acaparamiento de tierras, igual que el acaparamiento de dinero, aleja a los seres humanos entre sí.

Se habla de una Reforma Agraria, como también se habla de una reforma de las riquezas que hay en el mundo, que lo han buscado sistemas como el comunismo o el socialismo, pero todavía no se ha logrado, porque en verdad lo que hace falta es una reforma del corazón.

Podemos hacer Reformas Agrarias o no hacerlas, pues si el corazón del ser humano no cambia y los seres humanos no se hacen mejores, fraternos, menos egoístas, las Reformas Agrarias no servirán, se podrán producir todas las riquezas del mundo, se podrá elevar el índice de producción de un país, se podrá tener mucho dinero en las arcas, se podrá distribuir esos dineros, pero si no se reforma el corazón del ser humano, nosotros no haremos la reforma que necesitamos, porque es verdad, necesitamos más igualdad en la distribución de las riquezas, de cualquier tipo que sea, pero hemos de tener la reforma del corazón.

Trabajemos en las reformas de las riquezas, pero trabajemos sobretodo en la reforma de los corazones, para que esas riquezas, sean tierras o de otro tipo, den el efecto que deben tener, que es que los seres humanos seamos más felices y más hermanos.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.