FUERA DE CÁMARA
El verde sedicioso
El primero en alertar sobre la intención sediciosa del llamado movimiento verde fue el canciller Miguel Vargas... Y lo hizo sin aspavientos consciente de que los días subsiguientes demostrarían que los grupos que lo alientan carecen de inspiración social y les sobran recursos para montar logísticas de movilización que cuestan muchos millones de pesos.
¿De dónde sale todo ese dinero? Dicen que una buena parte se recolecta entre los generadores de electricidad que saldrán del negocio --porque estarán fuera de competencia--, cuando Catalina entre en operación en el otoño del próximo año. Otros aportes importantes provienen de los fondos incuantificables encaletados por el narcotráfico, dinero ocioso que espera turno para ser blanqueado.
La estructura que maneja esta logística está identificada con nombres y apellidos, a tal punto que muchos empresarios se han adelantado a aclarar que no tienen responsabilidad en estos planes sediciosos. Incluso, algunos han visitado al Presidente Danilo Medina para aclarar que bajo ninguna circunstancia participarían en intentos desestabilizadores.
La declaración emitida ayer por el Consejo Nacional de la Empresa Privada a través de su vicepresidente Rafael Paz, es bastante elocuente: son preocupantes e irresponsables las advertencias de dirigentes de la marcha verde en el sentido de que las movilizaciones podrían provocar una catástrofe nacional.
En su primera reacción de rechazo hacia los pronunciamientos desestabilizadores de los promotores del movimiento, los empresarios fueron claros en su postura: “Debemos tener cuidado para no sembrar divisiones ni hacer llamados alarmistas... Debemos cuidar este sano proceso que vive el país y evitar que personas y grupos con agendas extremas busquen capitalizarlo con fines eminentemente políticos”.
...También Amarante De forma casi simultánea, el ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante, hizo uso de las informaciones sensitivas que administra para denunciar que grupos extremistas han asumido el control del movimiento callejero para intentar desestabilizar el gobierno.
El propósito es crear las condiciones para provocar un levantamiento popular capaz de provocar una crisis de gran calado que rompa la institucionalidad democrática invalidando la administración del Presidente Danilo Medina. Informaciones con esas características son manejadas por los organismos de inteligencia del Estado.
La locura que se ha apoderado de los cabecillas de la sedición llegó a su clímax en la última manifestación del movimient verde en San Francisco de Macorís. Miren lo que dijo uno de sus principales promotores, un curita de barrio identificado como Ramón-Moncho-Alejo, que antes de ir a la manifestación debió ser exorcizado:
“... Estas movilizaciones se convertirán en rebeldía para dirigir a los corruptos y sus aliados la peor catástrofe jamás pensada”. Ante la reacción de amplios sectores de la sociedad por tal insensatez, el candidato perdedor en las elecciones del 15 de mayo por una diferencia de 27 puntos porcentuales --Luis Abinader, que nunca ha aceptado su apabullante derrota--, tuvo el tupé de acusar al gobierno de pretender detener “el avance de la marcha verde atribuyéndole propósitos desestabilizadores”.
¡Hombre de valor... “Si esa marcha verde es desestabilizadora, yo soy el principal desestabilizador. Que me persigan a mí; que me vengan a hacer preso a mí...” dijo Abinader haciendo alarde de un valor que no tiene ningún antecedente histórico. Pero es evidente que es hombre guapo por ancestro... Como le faltaban dos años para nacer cuando estalló la Revolución en 1965, fue bien representado en esa contienda por su padre, José Rafael Abinader, que aunque no había llegado aún al PRD decía ser revolucionario y tenía la edad ideal para empuñar un fusil...
¡...Sólo que quienes estuvimos ahí desde la primera hora --saliendo apenas de la adolescencia--, no recordamos haberlo visto ni de visita en la zona constitucionalista!