Opinión

El dólar y la confianza

Vinicio Castillo SemánSanto Domingo

El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Isidoro Santana, ha propuesto que se deje flotar la prima del dólar, ya que conforme a su convicción (expresada anteriormente) la economía dominicana no está generando las divisas que requiere y que es una práctica nociva mantenerla artificialmente estable en los niveles en que se ha situado en los últimos años.

El ministro de Economía, mano derecha del ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo, junto con el economista Andy Dahuajre, encabezan a lo interno del gobierno una tendencia que entiende que una devaluación del peso dominicano hace más competitivo al país en el sector turismo y zona franca y que, a su vez, le permite al gobierno aumentar sus recaudaciones dolarizadas en Aduanas, a través del impuesto del Itbis y otros impuestos.

Este sector del gobierno enfrenta la posición del Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien hace apenas unos días, al momento de anunciar una inyección de 275 millones de dólares en el mercado cambiario, planteó que estábamos en presencia de un fenómeno anormal que afecta el mercado, relativo a la incertidumbre y a la falta de confi anza de ahorristas en pesos, que sin tener necesidad de divisas, han acudido al mercado a dolarizar los mismos y, como el mismo Gobernador expresara, por temor “a otro 2003”.

Este choque de visión a lo interno del gobierno sobre un aspecto vital de la estabilidad macroeconómica del país se da en un delicado contexto internacional, en el cual Estados Unidos ha decretado de manera sucesiva alzas en sus tasas de interés y que la República Dominicana ha aumentado su deuda externa de manera alarmante, llegando al casi 50% de su PIB.

La discusión sobre la pertinencia de dejar fl otar el dólar para aumentar la producción de divisas del país no es nueva. La última vez que se produjo fue en el año 2002, durante el gobierno del Expresidente Hipólito Mejía, que al igual que ahora tenía en su entorno dos tipos de visiones: una, encabezada por el economista Andy Dahuajre, que le metió en la cabeza al entonces Presidente que un pequeño deslizamiento de la prima, que oscilaba por los 16x1, hasta al 20x1 a diciembre del 2002, sería muy saludable para la economía; y otro sector, encabezado por el entonces Ministro de Finanzas Lic.

Fernando Álvarez Bogaert, que le advirtió a Mejía que ese deslizamiento de la prima del dólar iba a desatar un desastre y una falta de confi anza en los sectores económicos del país.

Álvarez Bogaert fue derrotado en su posición a lo interno del gobierno de Hipólito, renunciando del mismo a fi - nales del 2002.

Cuando Leonel Fernández ganó las elecciones en el año 2004 el 16 de mayo, día de las elecciones, la prima del dólar superaba el 40 x 1. Entre el 16 de mayo y el 16 de agosto, período de transición, la prima del dólar se derrumbó a menos del 30 x 1, sin haber asumido Fernández la Presidencia de la República.

¿Por qué ocurrió este fenómeno en apenas 90 días? ¿Había una explicación técnico-económica a lo que parecía un milagro económico? El factor confi anza fue fundamental en ese derrumbe y ha sido fundamental desde ese 2004 hasta la fecha. El dominicano ha creído en la estabilidad; ha ahorrado en pesos y se olvidó de aquella pesadilla del mercado paralelo, del mercado negro y de un Presidente mandando a buscar casi presos a casacambistas.

Es con esa confi anza que se está jugando en este momento desde un poderoso despacho del Palacio Nacional.

Si el Gobernador del Banco Central trata de llevar tranquilidad y confi anza a los agentes económicos y días después el ministro de Economía pide dejar fl otar la prima del dólar, ¿cuál es el mensaje para los que tienen dólares? ¿Cuál es el mensaje para los que tienen ahorros en pesos? He dicho en las redes sociales que soy un fi rme opositor político del presidente Danilo Medina y de su gobierno, pero estoy convencido de que la mayor conspiración que tiene en estos momentos la estabilidad de su gobierno y del país es la que promueven sus funcionarios devaluadores.

Si el presidente Medina no da un mensaje claro en defensa del valor del peso dominicano, mandando a parar el socavamiento de la política de control y estabilidad cambiaria del Banco Central, el país puede ir a un despeñadero peligroso con la pérdida del factor confi anza, clave para la estabilidad del país.

La confi anza es clave. ¡Qué conste en acta!

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