Opinión

UN MOMENTO

Aborto y vida

Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

Recojo hoy un cuarto testimonio sobre este tema del Aborto y la Vida, y quiero hoy recoger el testimonio de una atea, una mujer creyente que se nos acercó para decirnos, “yo soy atea, yo no creo en Dios, yo hice un aborto porque yo pensaba que ahí no había vida, que era una masa inerte, ahora es que descubro científicamente que ahí lo que había era un niño; yo siento mi alma enferma, yo quiero que ustedes me ayuden a salir de este trauma que estoy viviendo”.

Era una persona de culpa, trauma, sabía la palabra y decía, “yo no vengo para ser católica, ni cristiana, ni religiosa, yo soy atea, pero quiero sanar mi alma, porque he violado una norma, he matado a un niño y eso éticamente no es humano, ayúdenme a sanarme de este trauma, que se llama el trauma post-aborto”.

Ella abortó, no fue penalizada, ella creía al principio que estaba bien, porque así le dijeron, pero después descubrió que sí estaba enferma, la enfermedad del alma, que tarda muchísimo, cuesta muchísimo curarse del trauma post-aborto.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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