EL ROEDOR

¿Por qué los estados se rompen?

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ARISTÓFANES URBÁEZSanto Domingo

“La libertad es un bien que no puede ponerse en peligro por debilidades,

y el aire de la libertad se contamina de sutiles venenos allí donde se permite la villanía”.

(Juan Bosch).

1.- UN ESTADO ‘ROTO’, no es un Estado “fallido”; ni es un Estado “bandido”; que es el caso haitiano, en primer lugar, y el EI o Daesh, Boco Harán, en Nigeria, o el ‘Grupo’ de delincuentes que venden cuernos de rinocerontes en el Este de la República Democrática del Congo, en segundo lugar. Tampoco los estados ‘rotos’, son los grupos beligerantes que se han alzado en armas luchando por pedazos de regiones, o de grupos de personas de una misma etnia que desean separarse de un país cualquiera. No eran “estados rotos”, los grupos armados beligerantes “Tigres Tamiles’ de Ceilán; ni los de Timor Oriental; ni los Árabes Sahaurí; el de Donetsk, en Ucrania-Rusia, el de Nagorno Karabaj, Sur Azerbaiyán-Armenia. Los llamados “estados bandidos” son los que, so pretexto de una “religión” agreden a los estados nacionales (como en Nigeria, Irak, Siria, República Democrática del Congo), y se apoderan, a cuchillo, sangre y fuego, de esos países, cercenando partes importantes de su territorio para desde ellos fomentar contrabando, crímenes, violaciones, secuestros y sobre todo, sus ‘jefecitos’ hacerse de millones para luego abandonar los supuestos objetivos de la “lucha” y exiliarse con santo y limosna. Son mercenarios que los imperios utilizan para desestabilizar y traer el caos a países cuya finalidad es restablecer la cohesión de la nación para el bienestar de sus nacionales. ¿Dónde están hoy los grupos que asesorados por agentes de Bélgica y USA, asesinaron a Patricio Lumumba, un héroe nacional, en el Congo Belga? ¿Dónde los de la guerra de Biafra? ¿Dónde los que sirvieron de choque contra Jacobo Arbenz Guzmán, en Guatemala; y los de la Bahía de Cochinos, en Cuba?

2.- EN CAMBIO, los estados rotos, mi emperador (al igual que los ‘estados bandidos’), son conceptos novísimos que las ciencias políticas deben integrar y estudiar, pues tienen características bien distintas a los fallidos, bandidos, vasallos, nacionalistas, democráticos. Por pequeño que sea un Estado: Mónaco, Brunei, Singapur, Qatar, difícilmente se presten a las aventuras, incluso de los imperios que los hicieron posibles, por su cohesión frente a los bloques hegemónicos. En cambio, los “Estados rotos”, sufren la agresión de países poderosos, que intentan por todos los medios de borrar su memoria histórica y su cultura, para desintegrarlos; es decir, eliminar su ‘esencia dialéctica’; los elementos que les dan la identidad y la cohesión. Un ejemplo: fíjense que a lo interno de RD, ningún individuo de Sabana Iglesia, Jánico, San José de las Matas, o Constanza, dice que es de Santiago o La Vega; pero los de los campos de Elías Piña dicen que son de San Juan: y los de Neiba, de Barahona; El Mayimbe no es “montecristeño por la gracia de Dios”; sino “dajabonero”. El singapurense no dice “indonesio”; ni el “catarí” es saudita. Es la “dialéctica histórico-cultural”; ni el “hongkonés”, dice ser chino. ¡Somos complejos!, ¿no? Ningún francés o danés, dice inglés. Los sirios, iraquíes, libios y vascos, lo seguirán siendo aunque sus “estados sean totalmente rotos”, por las hegemonías. Tiene bien arraigado el sentimiento de pertenencia. Pero un boricua se siente de ‘maravilla’ en EEUU y retira a Miami o a Vermont.

3.- EL BRILLANTE periodista de Vermont, Chris Hedges, asegura que el “New Deal”, de Franklyn D. Rooseverlt, o el famoso “estado de bienestar” de los estadounidenses, ya está roto; fue desmontado totalmente y que su corolario lo tuvo en R. Reagan, al extremo que los obreros son enemigos de los latinos ilegales y de los negros vagos; y que la alianza de empresarios y trabajados de la ALF-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales), carece de fuerza porque en su tiempo juntó lo que no se podía: industriales y trabajadores; explotadores y explotados. Aquello se derrumbó cuando Jimmy Hoffa alió al sindicato de camioneros a la mafia, y R. Reagan, utilizó sus prerrogativas constitucionales para obligar a pilotos a trabajar durante una huelga. Algo parecido al cuento de don Juan, cuando Dios encomendó al gato a enseñarle al perro a trepar en árboles, pero el gato no cumplió su parte. Juntar patronos, que no pueden vivir sin plusvalía, con trabajadores (que venden su fuerza de trabajo), es lo mismo que me contó mi dentista en días pasados. “¡Ay, tú!, por ahí anda Zutano desesperado porque trabajó 40 años en tal sitio y no le dieron ni un chele”. Congreso: ¡No le ponga manos a ese Código de trabajo, Danilo! Todo el que quiera trabajadores para su empresa, del tipo que sea, que se amarre al Código de Trabajo. ¡Son 168 millones de niños trabajando, dice la OIT! Así no se puede, Hollande. (Vuelvo).

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