Identidad dominicana

(III)

Hoy quiero traer un episodio que me impactó. En las costas del Este, un huracán abatió a muchos hoteles, y fui testigo de muchos de esos hombres y mujeres que se sintieron golpeados por las aguas y por los vientos y muchos de ellos tuvieron que ir a clínicas; visité a uno en un hospital y cuando lo vi así, le dije -seguro que usted no volverá de visita a República Dominicana después de todos estos problemas que ha tenido, y me respondió, yo volveré a República Dominicana, porque esos hombres y mujeres del hotel me atendieron tan bien, me cuidaron, dejaron de ir a sus casas y se preocuparon por mí, yo volveré aquí-.

La hospitalidad, que es algo que tenemos los dominicanos que hace parte de nuestra identidad, se volvió un factor económico para el turismo, porque entonces venían porque los dominicanos son hospitalarios. No bastan las instalaciones hoteleras, no bastan nuestras playas, no basta lo que se tenga para que el turismo sea productivo.

La hospitalidad dominicana, es un don que tenemos, es un don que hemos de practicar, y es un don que se vuelve rentable en ocasiones de un huracán que abate a hoteles y a turistas.

Que el Señor nos conserve con ese sentido de hospitalidad y que ojalá los avatares de la vida moderna no nos lleven a perder algo que hemos conservado y hemos cultivado durante siglos, un valor humano, repito, que se hace rentable económicamente también.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.