PUNTO DE MIRA

Soñar es debate presidencial

En el entorno empresarial se favorece la existencia de un debate entre los aspirantes a la Presidencia de la República. La aspiración es sana. La petición es justa. El reclamo es válido. El encuentro de los políticos, en un escenario de debate, permitiría conocer lo que cada quien pretende desarrollar y las ideas que tienen sobre otros temas. La formulación cae pareja con lo que está ocurriendo en Estados Unidos.

Si nos acogemos a lo que está pasando allá, nos percatamos que es un debate entre aspirantes a la candidatura. Faltaría una contienda verbal entre los candidatos de los dos partidos del sistema norteamericano.

Nos gusta parecernos a Norteamérica. Es útil copiar lo bueno. Sin embargo, la propuesta local del debate no progresará. Llega tarde. Ya los dos partidos que polarizan la búsqueda del poder tienen candidato y el oficialista no cederá una alta tribuna al opositor. El que está abajo siempre gana aunque pierda. Y hasta podría ganar.

El candidato oficial no se arriesgará a que el opositor pueda en el debate ganar puntos o por nocaut. Sería correcto que el país contara con una ley que estableciera la obligatoriedad del debate. Pero esa ley no sería para el presente período. Los morados controlan el Congreso y no afilarán cuchillo para su cuello. Danilo Medina está muy bien situado para tomar riesgos gratuitos.

En estos momentos Luis Abinader reclama que Danilo haga una pausa y desligue al candidato del Presidente para aminorar la ventaja. Como hotelero que es podría hacer un todo incluido y añadir que la publicidad gubernamental cese porque se torna un arma en favor de Danilo.

Pero nada nuevo pasará.

Pueden pedir que llueva hacia arriba o que el hielo sea caliente. No hay más sordo que quien no quiere oír. El PLD tiene los oídos tapados de malicia. La permanencia en el poder no es casualidad y están concentrados en extender la racha de victorias a cuatro presidenciales seguidas. Una más que la marca del Partido Reformista.

Debate entre candidatos, pausa presidencial o merma del uso en campaña de los recursos del Estado, nada de eso pasará. Son sueños en una noche de verano.

Estos son reclamos que únicamente se hacen cuando se está en la oposición y con pocas posibilidades de llegar.

Los candidatos presidenciales punteros o que buscan la reelección tienen su vista fija en la meta. Danilo encarna ambos.

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