Opinión

Celebremos el Jubileo Sacerdotal de Mons. Rafael Bello Peguero

P. Jesús Castro MarteSanto Domingo

Este hombre de Dios, de probada y discreta capacidad intelectual, nació el 01 de Diciembre de 1932 en la ciudad de Baní, República Dominicana. Ostenta varios títulos académicos, entre los cuales puedo destacar: Doctor en Medicina, obtenido en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1956; en el mismo Centro de Estudios logró el Doctorado en Filosofía en 1970. Después fue enviado a España, a la Universidad Pontificia de Salamanca, para alcanzar una mejor preparación académica, y allí consiguió el título de Licenciado en la Sagrada Teología. Recibió la Ordenación Sacerdotal el 27 de Febrero de 1966. Ha desempeñado varios cargos eclesiásticos: Canciller del Arzobispado de Santo Domingo; Párroco de la Catedral de Santo Domingo; Capellán del Templo del Palacio Nacional; Capellán del Hospital “Padre Billini”, Santo Domingo, entre otros. Es el actual Párroco de la Parroquia “Nuestra Señora del Carmen”, ubicada en la Zona Colonial. Las innegables raíces banilejas, los genes de su familia y su talento innato han contribuido a edificar una vida admirable durante estos 50 Años de Ministerio Presbiteral.

Festejar los 50 Años de Sacerdocio, las Bodas de Oro Sacerdotales de Mons. Rafael Bello Peguero, en el marco del Año Jubilar de la Misericordia, es un inmenso regalo de Dios, es una gracia especial del Señor para su Iglesia y una gran bendición para todos los que hemos tenido la dicha de conocerlo.

Quiero dar gracias a Jesús, Buen Pastor, por Mons. Bello Peguero, discípulo misionero de Él, escogido y ungido por la infinita misericordia divina para sembrar la semilla incorruptible del Reino de Dios en tantos corazones de hombres y mujeres, a lo largo y ancho de nuestra Arquidiócesis de Santo Domingo.

Mons. Bello Peguero es muy conocido, ante todo, en el ámbito académico y eclesial. Él está siempre preocupado por el otro, sonriente siempre, con su atuendo sacerdotal en todo momento, por la sencilla razón de estar identificado completamente con su llamada al sacerdocio. Su virtud más notable es vivir con sencillez y coherencia su ser sacerdotal. Por lo tanto, él es una imagen viva del Divino Maestro, pues predica transmitiendo la verdad del Evangelio con el sabor que proviene de su humilde y fructuosa oración personal.

Mons. Bello Peguero es un presbítero incansable y un competente organizador de la vida parroquial. Su principal y permanente inquietud es elevar el nivel intelectual de los futuros sacerdotes, preocupándose a cada instante por la Biblioteca del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino. Podemos definir la vida de Mons. Rafael Bello Pequero con tres heroicas palabras: CARITATIVO, INTELIGENTE Y PASTORALISTA.

Por todo lo expresado anteriormente, deseo que los sacerdotes más jóvenes que él, nos dejemos iluminar por su testimonio de vida y sus enseñanzas, ya que es un digno ejemplo a imitar. No tengo la menor duda, de que para nuestro querido Mons. Bello Peguero Cristo es el almohadón de su vida. En Él, tiene depositada toda su confianza. Toda su vida gira en torno a Él, como la vida de San Pablo: “Para mí la vida es CristoÖ” (Fil 1, 21)

En fin, acompañemos con nuestras sinceras y fraternales oraciones a Mons. Rafael Bello Peguero en sus 50 Años de Sacerdocio y encomendémoslo a la protección maternal de la Santísima Virgen María, bajo la Advocación de la Altagracia, cuya Novena celebramos en su honor en estos días.

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