Opinión

DE LA MISMA TINTA

Los equilibristas

Franz B. Comarazamy F.Santo Domingo

Son incontables las veces que percibimos la vida como un verdadero circo, donde cohabitan payasos, malabaristas, ilusionistas, domadores, y un exótico grupo de animales amaestrados -cada quien cumpliendo su rol en tiempo y espacio- causando la sorpresa de los espectadores que, bajo el mismo hechizo, aplaude en reconocimiento de la destreza en sus artimañas.

Mi título hace alusión a esa facultad que todos debemos enfatizar. aquí destaco la importancia de actuar y pensar con equilibrio dentro del núcleo familiar; y así nos mantenemos dentro del colectivo de palabras que juegan, desaparecen, se doblan, se desdoblan y se disparan contra una red a la velocidad de una bala. No es secreto para nadie, que “en todas las familias se cuecen habas”, como sugiere el refrán. O que el hogar se transforma en esa carpa gigante, donde suceden números increíbles y aparatosos que, por más luces, efectos especiales y situaciones, no dejan de provocar asombro y despertar emociones. Ser equilibrados es manejarnos con sensatez y cordura en su punto más supremo. Es otorgar el justo valor y lugar a cada cual dentro de un contexto determinado, sin violar espacios o intereses. Es actuar con respeto, acatando jerarquías, apegado a los valores y sin cercenar convicciones. Comiencen a ser equilibristas. Es cuestión de un ejercicio mental y espiritual, de integración de los sentidos con los sentimientos. Suban la estrecha escalera, sujeten la barra y caminen el trayecto diario encontrando el balance perfecto entre diferencias y armonía, equilibrando la vida. Un fallo solo provocará el súbito y vertiginoso descenso, con el consecuente rebote sobre el cuadriculado elástico que salva y mantiene la existencia misma: la familia.

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