Viaje hacia el arúspice: relectura de la obra de José Mármol

(El escritor Plinio Chahin expresa sobre Premisas para morir (aforismos y fragmentos):

A los límites de la naturaleza sistemática de la noción del lenguaje que nuestro autor tiene del idioma y las estructuras aforísticas que ahora nos ofrece; es decir, penetrando en cada fragmento suyo como unidad entre la palabra y la imagen, o como un brote perceptivo que unifica en el lenguaje lo más hondo del pensamiento con lo más plástico de la dimensión sensorial.)

Volviendo a los orígenes de la dimensión teórica de Mármol, nos encontramos con el escritor ochentista Medar Serrata en el prólogo de su antología poética:

En ese ensayo con aires de manifiesto, un estudiante de la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo instaba a sus compañeros de generación a decir adiós al viejo discurso y anunciaba el advenimiento de una nueva sensibilidad estética.

El autor de La poesía ochentista y el riesgo de vivir, hablando de la primera incursión de Mármol en la teoría literaria y al igual que Medar Serrata, expresa: en el emblemático ensayo titulado El poniente de los ídolos (1982), el poeta y ensayista José Mármol anuncia el nacimiento de la generación del ochenta, Mármol, primer teórico de esa generación, dijo entonces que los ochenta venían a romper con los cánones establecidos.

Para explicar la impronta teórica y la praxis escritural de algunos miembros de la generación del ochenta, a partir de La poética del pensar, La ética del poeta, Las pestes del lenguaje, El valor de lo nimio de José Mármol, o el libro Escritura sin lenguaje de Plinio Chahin, será necesario, además de valorar la dedicación de ellos al estudio y a la investigación, explican los extremos en que había caído la literatura social dominicana en una parte de la generación del sesenta, tanto en la promoción anterior a la guerra de abril como en los poetas de postguerra.

Es ese tipo de literatura influída por los movimientos revolucionarios que se desarrollaron en el mundo, fue parte de la obra de grandes poetas sociales, que tenían la concepción del compromiso.

En algunas ocasiones se descuidó la forma artística a favor de un contenidismo didáctico y utilitarista que limitaba el vuelo de verdaderos poetas. Así se demuestra en otra parte de la obra de escritores del 60 y en libros que han escrito posteriormente aquellos que han continuado en el quehacer literario.

En realidad, ni siquiera el grupo literario La Isla, el más radical de los surgidos como resultado de la revolución de abril, se acogió a este contenidismo en forma plena, pues en su manifiesto se lee que sus obras serían avanzadas en el contenido y ricas en la forma.

Estas características o formas de ver la escritura se extendían por muchos países de América. Como muestra tenemos al grupo Guayana de Puerto Rico y La Hora Cero de Perú.