DE LA MISMA TINTA
Ingeniería de valores y actitudes
Tal como los ingenieros inician una construcción con un cimiento fuerte, de esa misma manera existe esa zapata en los seres humanos, que no sólo sirve de soporte, sino también como guía para el arsenal de valores que se adquieren a lo largo de la vida y que defi nen nuestra personalidad. Hoy resalto en este espacio la importancia de la integridad como “viga” fundamental y primaria para edifi car conductas y modos de actuar en la cotidianidad. Como ese norte que incita a la autenticidad, y al respeto de las creencias y principios de cada cual. Ser íntegro nace de una decisión personal y de infi nita sensatez. No se trata de una modifi cación transitoria ni circunstancial de la conducta, más bien debe ser la génesis de la naturaleza de todos los individuos. Desde hace ya algún tiempo, la integridad ha pasado a ser un valor poco estimado y del que carecen muchas personas. Estas, víctimas de las presiones, extorsiones, y la lucha por el bienestar personal, alejan cada vez más, la justicia y la equidad. La integridad es sinónimo de justicia y equidad; es hacer lo correcto muy a pesar de las repercusiones que se puedan avecinar. En un escenario nacional e internacional revestido de tantos atropellos, disputas, desigualdades e intolerancia, como en el que nos desenvolvemos hoy día, provoque un momento para reencontrarse consigo mismo y en familia, para potencializar valores. Y así, como verdaderos católicos, tomen a Jesucristo como ejemplo, ya que no existe mejor modelo de integridad. En lo adelante, si los hombres y las mujeres de nuestro país deciden practicar una vida basada en esa integridad, alcanzaremos niveles mayores de humildad y sabiduría.