Yaqui: ¿Quién te apagó la voz?
El pasado lunes en la mañana no era el momento que se esperaba que Yaqui Núñez del Risco abandonaría este mundo, dejando gran dolor entre sus deudos. Yaqui había perdido la voz en el 2008 como resultado de la indignación que le causó un abuso inexplicable cometido en su contra. Su acuerdo con el gobierno de entonces fue cancelado, sin previo aviso. Fue tan fulminante el impacto que esto le causó que sufriera un accidente cerebral, que ya nunca lo dejó volver a ser lo que siempre había sido. Fue una jugada artera en contra de un hombre bueno. Quienes nos sentimos sus amigos y acudimos a saber si se podría recuperar, sufrimos la amarga decepción de que el daño sufrido por el distinguido amigo era irreparable. Ya nunca volvería a ser lo que siempre había sido. Conocí a Yaqui en algún momento de 1963, cuando trabajaba en el Instituto Nacional de la Vivienda y realizaba trabajos de campo para la política social de esa institución que dirigía el ingeniero socialcristiano Caonabo Javier Castillo (Caíto). En el discurrir del año 1964, tras el Golpe de Estado se creó el grupo principalmente compuesto por Yaqui, Juan José Ayuso, que tenía el más alto nivel intelectual, así como Virgilio Alcántara, actual embajador dominicano en Canadá, Luis González Fabra y yo. Tomamos como local el Restaurante Roxy, entonces muy concurrido, ubicado en la calle El Conde. De ahí surgieron muy buenas ideas relacionadas con el periodismo. Desde que lo conocí en aquellos primeros tiempos, Yaqui estaba casado con doña Violeta Yangüela y pese a que ella procedía de una familia muy acomodada de San Francisco de Macorís, el matrimonio vivía del trabajo de Violeta en la Dominicana de Aviación y el de Yaqui como he dicho. Fue una época muy agradable que no duraría mucho como resultado del ingreso de Yaqui a los medios de comunicación televisado y la prestancia que pronto alcanzó. Yaqui trabajó en Relaciones Públicas de la UASD y luego se trasladó a la Madre y Maestra en Santiago. El pequeño Volkswagen de Yaqui, volaba como una mariposa entre Santiago y la capital hasta que fi nalmente volvió a radicarse en esta ciudad. En el 1968 a instancia nuestra, fundamos en Radio Universal un espacio de noticias que recogía en solo una hora todo lo que ocurría en el mundo. Juan José Ayuso creó aquel impactante segmento: “Vietnam, una palabra amarilla que es noticia en el mundo”; me encargué de los asuntos económicos y Virgilio y Yaqui trabajaban la política y todo lo demás. “Reportero Universal” acreditó su propio espacio hasta que Font Bernald llamó a Ellis Pérez, el dueño de la emisora, y lo aconsejó en cuanto a lo improcedente de que se mantuviera Reportero Universal en la emisora. Ya estábamos alrededor del 1970 y Yaqui se abría cancha en otras opciones de los medios radiales y televisados; Virgilio se fue a dirigir el vespertino Ultima Hora y Juan José tomó su propio camino y yo me quedé sólo. Yaqui juntó al maestro Rafael Solano fundaron un espacio llamado “Nosotros a las 8”, esa fue la catapulta, la oportunidad que necesitaba Yaqui para proyectar todo su talento y capacidad de “crear sobre la palabra”. Luego diría que él improvisaba las palabras, “pero no las ideas” lo cual le valió también para que se le considerara como un personaje de gran destreza mental que dominaba el don de la palabra. Y así se construyó el acervo de Yaqui. Todos nos acostumbramos, nos divertíamos, viendo en la televisión a esta inteligencia humana explayarse y a veces daba a entender que no tenía límites. A la muerte se su primo René del Risco Bermúdez se le presentó la oportunidad de integrarse a la todopoderosa Agencia Publicitaria Retho de José Augusto Thomén, donde permaneció y participó en las más importantes campañas comerciales de entonces. Como resultado de los vaivenes políticos del 1986 Retho se las vio difícil con el entonces nuevo gobierno de Balaguer. Las esperanzas de un gobierno de Jacobo Majluta se esfumaron así como también ese negocio publicitario. Con el pasar de los días Yaqui terminó siendo candidato a Senador de Balaguer y gobernador del Aeropuerto Internacional de las Américas y luego en el puesto que le tocó desempeñar en el gobierno de Leonel Fernández en el 2008. Esto último fue lo más trágico que enfrentó en su vida…y perdió esa batalla. Adiós, querido amigo.