Opinión

VIVENCIAS

Fragmentos de la Palabra

Juan Francisco Puello HerreraSanto Domingo

En un viaje de once días durante el cual un peregrino recorrió distintos países que rodean el mar Báltico, de las lecturas diarias de la Biblia recogió varios fragmentos, que unidos adquirieron coherencia, para dar un significado trascendente al viaje. Es así, como rumiando la Palabra percibió que ya no hay extranjeros, sino ciudadanos de los Santos y miembros de la familia de Dios. Que la piedra angular que es Cristo, por su gran bondad, nos hace entrar en su casa, siempre buscando el bien y no el mal. Que siguiendo el buen camino integramos la construcción de un reino en el que pasamos a ser morada de Dios por el Espíritu. Porque no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Y así, el Señor quiere misericordia y no sacrificios, llamando no a los que se creen justos, sino a los pecadores. Cuando se continúa por ese camino de misericordia, fidelidad, justicia y paz se encuentran, y a la vez se besan. Por esto, alegrémonos y cantemos que viene el Dios justo y victorioso a contemplar su obra. Ensalcemos a Dios como rey, que ha revelado su misterio a la gente sencilla, hablándole a su corazón y haciendo con ellos un matrimonio perpetuo. En esa virtud, toda la confianza está puesta en el Señor que tiene poder para regir la tierra con rectitud. De esta manera, proclamemos que el reino de Dios está cerca, sobre todo si aceptamos sus palabras y conservamos sus consejos, prestando oído a la sensatez y prestando atención a la prudencia. Digamos entonces, grande es el Señor y muy digno de alabanza, que proclame el alma la grandeza del Señor, alegrándonos en el Espíritu de Dios, el Salvador.

Tags relacionados