EL ROEDOR
Ante una foto de Danilo
A Gonzalo Castillo y al Ing. Pimentel Kareh. 1.-VICENTE NOBLE.- En la calle Libertad hay una casita pintada de verde con el número 155 hecho con trazo firme pero poco profesional que casi se toca con las manos, donde vive una señora mayor que en su juventud quizá fuese hermosa porque en sus ojos cansados se desdibuja el verde que una vez debió brillar intensamente. En las dos cuadras, las casas se levantan vigorosas, pues antes de madera, hoy llevan la firmeza de block salido de las manos sudorosas de los vicentenobleños que viajan a España; y además, contenes y aceras recién reconstruidos. Sólo dos, una que está a medio levantar, y otra casa, más adelante, de medio lado buscando el suelo con ganas de tirarse. La casita verde de dos puertas, techada de zinc añoso caliente como el diablo, tiene unos tramos en el primer cuarto, señal que lleva a la sospecha de que fue alguna vez negocio o pulpería, pues aparece también un ‘frezeer’ herrumbroso que ronronea cuando llega la electricidad, que en Vicente Noble con horario de salto de conejo, aunque “todos pagamos la luz”, según afirman. Cuando entras a ese mismo cuarto, en el techo izquierdo aparece un poster full color del Presidente Danilo Medina, cuando fue candidato, con una tierna sonrisa y los ojos mansos con telas en los párpados que les dan un halo de cansancio que al menos para este escribano, tienen un parecido enorme con los de Balaguer. El poster no es del PLD, con los colores intensos morado y amarillo que reflejan el toque mágico y la armonía de la mano de Nelson Gómez, sino que es del Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), de José Francisco Peña Guaba, pero es el mismo retrato de Danilo que llenó el país con el morado del PLD. --¡Oh, doña, ¿usted es de Peña Guaba? --No, ése es el mío, Danilo. Yo siempre voto PLD, dijo. Preguntamos por qué no le han arreglado la casita, que qué le ha dado Danilo. Asegura que sólo tiene la tarjeta Solidaridad, pero que ella es de Danilo aunque no le dé nada. “Los que me dan son ustedes”, acota. Narra que algunos bellacos hasta le han lanzado pedradas, pero que ella no lo quita de ahí. Pese a las acacias, el calor es tan intenso dentro de la casita verde que hay que huir hacia la acera del frente o al patio donde hay una caoba desollada porque le hacía portillos al zinc. Es posible que haya más, pero en tiempo de campañas internas en el PLD, fue la única foto de Danilo que vimos. Obras Públicas y la Coordinadora, si, quieren, pueden ir a verla. 2.- LOS MÉTODOS DE TRABAJO.- Los peledeístas de antes, de los Círculos de Estudios y los Comités de Bases, tenían que estudiar y aplicar los métodos de trabajo del PLD, escritos por “mi caudillo” Juan Bosch. Había uno de esos métodos que nadie podía “saltar”: la “unificación de criterios”, donde todos, estén o no de acuerdo, había que “unificar”, dentro de las ideas y pareceres, qué era lo que le convenía al partido, al PLD. Por eso era que nos decían “Testigos de Jehová”, porque todos respondíamos igual ante las mismas preguntas y las mismas acusaciones. ¡Pero fue eso lo que hizo al PLD de hoy! Cuando en 1991 (el PLD sacó 12 senadores y 37 diputados en 1990), los dirigentes sindicales y el senador de Puerto Plata, que no pasaron la mayoría por esa unificación, se rebelaron contra una decisión del Comité Político acerca del Código de Trabajo, el PLD no vaciló en expulsar a 11 diputados y al senador de marras, creo que un tal Puig. Lo mismo ocurrió cuando Hipólito Mejía, compró 11 diputados y al senador de Elías Piña, creo un tal Arciniega, que fueron expulsados todos. Hay una ley dialéctica que afirma que todo lo que existe lleva en sí mismo la causa de su propia destrucción (Ley de la Negación de la Negación). Si el Comité Político del PLD sigue permitiendo en el Congreso y las Salas Capitulares el “medalaganismo”, estallará en millones de pedazos y ese CP pagará con la saña de sus enemigos. No es el punto de vista distinto. Es que si tú haces campaña bajo la bandera de un partido, no puedes alzarte con el santo y la limosna. Es un problema filosófico harto resuelto que “el todo es más que la parte”. El 1er. No. de Vanguardia definía “sectario” al “seguidor intransigente de una idea”. Toda idea que vaya contra la vida de una institución debe ser extirpada.