RD: ¡Firme!..

Sin dudas que el evento noticioso de mayor repercusión internacional y de trascendencia en la vida institucional del país a la salida del 2013 y llegada del 2014 ha sido la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, defendida por no menos de un 90% de dominicanos sensatos que saben que se trata de un acto irrenunciable e innegociable de soberanía. Quizás animados por la versión de que en el gobierno local hay dos posiciones sobre el tema, y aprovechándose de la sensibilidad humana que desde un primer momento expresara el presidente Danilo Medina, los abanderados locales y del lado vecino de que la irrevocable decisión no se aplique han estado jugando a encontrar un lado blando o flaco en el gobierno nacional, no dado ni acostumbrado a los “ruidos”. Como parte de la estrategia, quisieron venderle a los incautos la idea de que el expresidente Leonel Fernández y el actual ejecutivo Danilo Medina tenían posiciones diferentes sobre la sentencia. El objetivo era claro: minar la base política del segundo, que definitivamente descansa en el PLD y sus aliados electorales. Por eso hizo muy bien, y le rindió un oportuno servicio al gobierno de Medina ñy al país ñ el líder del partido morado, al dejar sentado y poner en claro que cualquier acuerdo a que se arribe en la reanudación del diálogo el 7 de enero tiene que ser a partir de que se respete la sentencia del Tribunal Constitucional. ¡Y ojo, y mucho cuidado con algún eventual “agente doble” de la parte nacional cuando se retome el diálogo! Porque ante la intensificación de la campaña de descrédito de Haití contra República Dominicana en la antesala del nuevo esfuerzo pautado en Venezuela (ojalá los vecinos ahora sean más sinceros y no vuelvan a tomarnos el pelo), el país debe asegurarse de que quien lo “represente” no sea un defensor de los intereses de otros (¿). Quienes debemos estar vigilantes para que el diálogo de Caracas (¡qué falta nos hace Chávez!) no sea una “trampa” para los intereses, y la dignidad nacionales, somos los dominicanos. Por eso, a seguir firmesÖ cero blandenguería o dualidad del gobierno o del pueblo, en especial del primero. Dos notas: Gracias a la Primera Dama, doña Candy Montilla, por leernos y por sus palabras. La otra es que si los nietos me dan tregua, enviaré algunas líneas desde Chicago, si no volveremos a “sondear” al regreso, después del ocho 8 de enero. ¡Feliz año!