ASUNTOS DE CALIDAD
Joven lo más viejo posible
Todos nacemos iguales; lloramos, nos alimentamos, crecemos, nos educamos, trabajamos y luego nos preparamos para el final. No todos llegamos al final de la misma manera. No todos nos preparamos igual para el final. Cada vez que despedimos a alguien pensamos cómo se fue y qué hacemos para cuando nos llegue ese final. Pensamos que estamos al inicio de un nuevo año y una nueva vida. Trotaba por la pista de prácticas del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte cuando escuché al entrenador de lanzamiento de martillo decir a una nueva discípula que su lanzamiento se quedó entre las mallas de seguridad. Soltaste el martillo en la parte final del movimiento. Tienes que lanzar el martillo en el mismo instante cuando ves a lo lejos en qué lugar quieres que caiga. Tienes que educar tu cerebro para que puedas hacer el lanzamiento en ese mismo momento. Me recordó al ido Steven Covey de los siete hábitos que decía en unos de los primeros, se empieza con el fin en mente. Debemos prepararnos desde el mismo momento en que nacemos, nuestras madres nos alimentan y nos enseñan que lo natural es lo correcto. Otras cambian y ya el camino empieza a torcerse. Nos siguen alimentando con alimentos con ingredientes artificiales, nos olvidamos de la naturaleza. Empezamos a caminar y no se nos desarrolla la necesidad de hacer ejercicios constantemente. Nos educamos y el hábito por la lectura no se cultiva. Nos hacemos de alguna destreza que será nuestra profesión y a la mayoría no les gusta lo que hace. Se nos olvida que lo que sabemos para ser bueno hay que practicar constantemente y tener disciplina. Luego, si es que lo sabemos debemos enseñarles a los otros. Tenemos que ser agradecidos y hacer trabajo voluntario. No nos podemos olvidar de nosotros mismos y debemos cultivar la meditación. Simplemente si queremos llevar una vida de calidad tenemos que desarrollar nuestro cerebro desde que nacemos hasta el momento final. El cerebro es un músculo que siempre está en crecimiento si existe una alimentación balanceada y natural, si nos ejercitamos constantemente, si ayudamos a los otros y si meditamos. Estas cuatro condiciones deberían ser enseñadas por los padres, los profesores, los empleadores. Debería ser parte de la cultura de todos los pueblos, las escuelas, las organizaciones públicas y privadas y el mundo. Podríamos disminuir muchas enfermedades, disminuir el sobre peso, aumentar la vida media de los seres humanos, ayudar la economía de los países, el medio ambiente y lo más importante, disfrutar más de la vida. Esto no es asunto de un grupito, tiene que ser asunto de todos los seres humanos sin distinción de raza, credo, educación, aspecto social o edad. Es la filosofía de morir joven lo más viejo posible.