Los políticos dominicanos

Sólo en regímenes monárquicos o dictatoriales puede verse a un jefe de Estado con 90 años... Peor aún, que se presente de candidato a los 94, ciego, inválido y enfermo casi de muerte. Y por un tris gana las elecciones. Pero Balaguer no es el único caso. Ahí tenemos a Juan Bosch, candidato en el 94, a los 85 años, enfermo de Alzheimer, con la memoria mediatizada en un 70 por ciento, que a veces olvidaba, el pobre, hasta el lugar donde estaba en plena campaña. El doctor Peña Gómez se presentó como candidato a las elecciones del 96 diagnosticado de cáncer al páncreas, uno de los más agresivos carcinomas que conoce la ciencia médica y que se lo llevó dos años más tarde. Lo mismo que Jacobo Majluta y Jacinto Peynado, que se presentaron indistintamente a la candidatura presidencial estando en el apogeo de sus respectivos liderazgos, con menos de 60 años pero ya letalmente enfermos aunque no se tienen informes de que conocieran la magnitud de sus dolencias. Este fenómeno tan extraño que le costó la vida a cinco de las figuras más descollantes de la política contemporánea, se produjo en apenas seis años entre uno y otro. Jacobo fue el primero en morir, en 1996; le siguió Peña, dos años después; luego Bosch, Balaguer y Jacinto. ¡...Y todo sigue igual!Con la desaparición de los tres líderes que dominaron el escenario político el último medio siglo-- Balaguer, Bosch y Peña Gómez--, se pensó que el caudillismo partidario había llegado a su fin. El Partido de la Liberación parecía haber sido hecho para sobrevivirle a la tradición unipersonalista que norma la política desde tiempo inmemorial. Bosch se empeñó en dotar a su partido de métodos modernos de renovación, y hasta que el líder “cerró los ojos” la reelección presidencial constituía una apostasía. El “pragmatismo” de Leonel mandó tales principios a la caducidad, y en 2008 esa virginidad pasó a mejor vida. Lo que se debate hoy es si Danilo podrá o no reelegirse en el 16, en base a los términos de la Constitución, no en atención a las enseñanzas boschistas. Leonel está en turno, mientras tanto, para presentarse otra vez a la candidatura. Aspira a gobernar por lo menos cuatro períodos... Si se toma en cuenta que es ahora cuando está cumpliendo 60. Parece cosa de locos...Puede parecer extraño, pero en este momento el PRD luce como el único partido con posibilidad de renovarse de arriba a abajo. No precisamente porque lo desee, sino porque los viejos pasaron a mejor vida con Hipólito Mejía y porque la nueva camada de dirigentes empuja con fuerza para asumir el relevo. Miguel, que es de la dirigencia media, concluye en el 16 sin importar lo que pase en el actual proceso. Las figuras que se visualizan en el futuro perredeista son Abinader, Guido, Collado, Arnaud... El Partido Reformista se encamina al derrumbe total. La figura que le quedaba era Morales Troncoso. Pero Morales Troncoso luce empeñado ahora en recuperar su menguada salud antes que seguir perdiendo el tiempo en un partido díscolo y sin porvenir. De las organizaciones del relevo nada qué decir... Sencillamente no existen, como tampoco figuras que eventualmente puedan superar la tradición partidaria con nuevas expectativas para una sociedad frustrada y cansada de los mismos políticos. ¿Y la izquierda tradicional? De eso mejor ni hablar...