Se reactiva la economía de EEUU
El cierre del año trae esperanzadores augurios. Las probabilidades de que el año por iniciar el próximo miércoles sea más propicio se desmadejan del equilibrio al que parece haber arribado la economía estadounidense en el 2013. Son noticias alentadoras y, más, esperadas. El bienestar de los ciudadanos de una nación tan importante para los destinos de las demás debe ser celebrado. En el caso de República Dominicana esta economía incide significativamente ya que la nuestra está fuertemente anclada a ella por vía de las remesas y el intercambio comercial. A diferencia de otras naciones, los indicadores económicos más importantes (“Mayor Economic Indicators”) de esa nación están vinculadas al empleo ya que es explícito que la bondad económica nacional deba traducirse en beneficios sociales, especialmente en el sector laboral, en la calidad de vida. Así que se reciben con beneplácito los resultados de los sabants económicos que han apostado a que una reducción generalizada del IPC pudiera ser la piedra angular para reactivar la economía, especialmente en lo relativo a la fuerza laboral. En términos generales es el resultado de la baja combinada de indicadores significativos: el desempleo, las importaciones y los costos de producción. El salario se aprecia, a pesar de su caída nominal, por efectos sistémicos vinculados a la caída de precio, el incremento de la productividad, el incremento de las exportaciones y la apreciación del dólar. Es que antes de alardear de altos niveles de crecimiento económico, la política económica norteamericana parece valorar los siguientes índices de “justicia económica”: a) Precio al Consumidor (CIP), b) Costo de la mano de obra, c) Situación del empleo (“Employment Situation” que recoge la tasa de variación que en todas las formas posibles ha experimentado el trabajo de un período a otro), d) el Índice de Precio de Producción; e) Índice de Costos/Productividad, f) el Ingreso Promedio/hora o semana y g) la balanza de pagos. Según datos preliminares publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (Bureau of Labour Statistics) del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, y siempre de noviembre 2012 a igual mes del 2013, la media del ingreso real/hora creció de $10.24 a $10.33 dólares (0.87125%), mientras el real/semanal pasó de $352.38 a $356.23 dólares, apreciándose 1.08%. La mejoría fue cubierta por la caída del IPC. Aunque creció 1.204% al pasar de $231.071 a $233.887 y respecto al mes anterior ganó 0.2%, en términos anuales experimentó una caída de 0.6%, pasando de 1.8% a 1.2%. El proceso de ajuste parece señalar una mejoría lograda mediante la harmonización de dos indicadores económicos: la democratización del empleo y la caída anual del IPC. Por eso, aunque en términos reales el ingreso por hora cayó en 0.1% al pasar de 0.2 en Nov. 2012 a 0.1 en igual mes del 2013, el salario compensó valor y poder adquisitivo con la caída de los precios en el nivel señalado (1.8 en Nov, 2012 a 1.2 en 2013), en tanto empujó el ingreso promedio por hora hacia arriba, apreciándolo 0.1, al pasar de 1.9 a 2.0 en el período. También afectó positivamente (en 0.3) el promedio de horas semanales trabajadas y el ingreso promedio por horas semanales (0.4) ya que pasaron de 0 a 0.3 y de 1.9 a 2.3, respectivamente. Las industrias, por su parte, tuvieron un activo papel en la mejora del precio de la mano de obra, según lo ilustra la tabla A2 (“Current and real (constant 1982-1984 dollars) earnings for production and nonsupervisory employees on private nonfarm payrolls, seasonally adjusted-1)”. Según esta, el Promedio Real del Ingreso por Hora, siempre de Nov. 2012 a Nov. 2013, pasó de 8.73 a 8.83, ganando 0.1 en el período (1.1325%). Sin embargo, el mayor logro de esa economía fue lograr una caída de la Tasa de Desempleo superior al 10%, llevándola de 7.8 a 7.0 (10.2564%), según estos datos preliminares. La reducción de la Tasa del Desempleo afectó a todos los grupos de edades, étnicos, sexo y a casi todos los grupos profesionales, destacándose los adultos de 20 años o más (hombres: 7.2 a 6.7, perdiendo a 0.5, igual a 6.94%; mujeres: cayó 0.8 para un 11.43%) y Teenagers (16 a 19) entre los que cayó de 23.6 a 20.8. Por grupos étnicos, la Tasa de Desempleo cayó, entre los blancos: 0.6 (6.8 a 6.2); entre los negros o afro americanos: 0.7 (13.2 a 12.5); entre los asiáticos: 0.9 (6.4 a 5.3, por ajustar) y entre los latinos o hispanos: 1.2 (6.9 a 8.7, igual a 13.79%). En términos de formación, el desempleo cayó cuatro veces más entre los profesionales con postgrado o estudios superiores con respecto a los universitarios y bachilleres, y el doble con relación a los adultos con más de 25 años. Mejorías vinculadas a la caída porcentual de los costos productivos. En términos generales estos se redujeron de 2.5 a 2.1, en 4 puntos, iguales a 19.04% que, indexado a los precios de 1999 (=100), significa un crecimiento de la productividad en el orden del 1.09%. (Véase: “Table 1. Business sector: Productivity, hourly compensation, unit labor costs, and prices, seasonally adjusted”). El otro factor que contribuye a la reactivación económica estadounidense es la balanza de pagos. Esa economía mantuvo las importaciones bajo el mismo esquema del año anterior (-0.6), especialmente las de combustibles, que cayeron de -2.2 a -2.7, igual a -0.5 ó -18.56%, en tanto las exportaciones pasaron de -0.6 a 0.1, esto es: ganaron 7 puntos, equivalentes a un crecimiento igual a 700% al que las exportaciones agrícolas restaron al pasar de 0.5 a -0.2, cayendo en igual proporción que la tasa de crecimiento general de las exportaciones: 0.7, equivalente a 704.9%. Inversamente, las exportaciones no agrícolas, como se ha dicho, pasaron de -0.7 en noviembre del 2012 a 0.1 en el 2013.