Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

DE VARIADOS TEMAS

¿Y eso fue todo?

Veinticuatro horas después de haber cometido un horrendo asesinato, la Policía Nacional, satisfaciendo la presión de la prensa, presenta a los tres jovencitos que supuestamente ejecutaron el crimen. Tres muchachos tan torpes, que se llevan el vehículo del asesinado y lo dejan a una esquina del lugar del hecho, lleno de huellas digitales. Tres muchachos tan torpes, que van a diferentes cajeros bancarios a extraer dinero con las tarjetas de crédito del muerto, aunque conociendo que allí hay cámaras. Pero tres muchachos tan inteligentes, que incendian los celulares del comunicador, lo que hizo imposible rastrear las llamadas realizadas. ¿No es motivo para ir más lejos? No, porque para la prensa que exigió resultados, todo termina donde está y para la Policía será un éxito de investigación sin un más allá a la vista. ¿Es ese el final? ¿Es preferible para las partes envueltas (las visibles y las probablemente no visibles), que se quede ahí? Pues que ahí se quede y concluyan las tormentas desatadas a través de las redes sociales, que reiteradamente insinúan la búsqueda de ciertos nombres sonoros, ante la creencia de que el comunicador asesinado, en sus actividades íntimas, no se movía en los niveles a que pertenecen los supuestos asesinos, sino en otros donde destacan secretamente figuras ante cuyos despachos siempre se ha detenido cualquier investigación. Concluido el caso, ¿qué positivo puede quedar de esta tragedia? Me atrevo a decir: Ojalá su muerte sirva para que todo homosexual, o lesbiana, deje de vivir una vida de clandestinidad y peligros por aquello de “preservar la imagen pública”. Que formalicen relaciones de pareja, evitando el tener que recurrir a proxenetas y vendedores de servicios sexuales, de esos que se recogen en La Curvita de la Paraguay. Son cientos los que han tenido que llevar una vida desgraciada por temor a la condena de una sociedad que siempre ha sido implacable con los homosexuales, burlándoles y marginándoles. ¡Mire hacia el mundo y verá que esos tiempos terminaron!

Tags relacionados