Opinión

FUERA DE CÁMARA

¿...Negociar la sentencia?

No hay nada que negociar... La sentencia 168 del Tribunal Constitucional establece fórmulas de aplicación y ordena su ejecución a los poderes públicos. No existe el más mínimo resquicio para filtrar su evasión mediante negociaciones bastardas, independientemente de que es inapelable y su vigencia inmediata. Lo otro sería provocar una grave crisis de gobernabilidad y enfrentar entre sí a los tres poderes del Estado. Que el “líder de la manada” haya ido a ver a Leonel para pedirle que encabece el propósito perverso de mutilar el ordenamiento judicial que regulariza la inmigración extranjera, tiene que asumirse como otra falta de respeto a su inteligencia y liderazgo. Es una trampa política que busca neutralizar los efectos de una sentencia que cuenta con el apoyo de más del 90 por ciento de la población dominicana, y de paso arrastrar para siempre el liderazgo de Leonel y hasta del partido en el poder. El “caramelo envenenado” se lo llevaron primero a Danilo Medina y luego a Leonel Fernández. El propósito es que la sentencia 168 quede anulada a partir de la fórmula propuesta por la Comisión de Derechos Humanos que anduvo por aquí la semana pasada, haciendo aprobar en el Congreso una ley de amnistía a favor de todos los extranjeros nacidos en la República Dominicana desde 1929. Una ley de tal característica pasaría en el Congreso si recibe el apoyo de Leonel, Danilo e Hipólito Mejía, aunque entraría en contradicción con el Tribunal Constitucional, provocando una grave crisis de jerarquía en los poderes del Estado. Lo que piensa Leonel...La sentencia 168 fue emitida el 23 de septiembre. Al producirse el revuelo que provocó algunos días después, Leonel estaba en Nueva York y se pronunció contra la posibilidad de que sus alcances pudieran tener carácter de retroactividad. Pero jamás se ha mostrado contrario a la sentencia en sí. El presidente Medina ha actuado en consecuencia estableciendo los mecanismos para su aplicación tomando en cuenta que no afecte los derechos humanos de ninguna persona. El expresidente Mejía, en cambio, se ha mostrado contrario a ella a pesar de que horas antes de entregar el poder en 2004 puso especial empeño en promulgar la ley de extranjería que en el fondo fundamentó la sentencia del Constitucional. El presidente del PRD, Miguel Vargas, muestra cautela pero en principio respalda la regularización extranjera. El cabildeo para consensuar el desconocimiento de la sentencia mediante una ley de amnistía ha sido intenso en los últimos días. Sus promotores han tocado las puertas del liderazgo nacional, menos las del PRD institucional que encabeza Vargas. El abejoneo al PresidenteAlgunos colaboradores cercanos del Presidente le han planteado “la conveniencia de que se busquen fórmulas de entendimiento” con los sectores que se oponen a la regularización de los haitianos residentes ilegalmente en el país. Medina, sin embargo, lo ha condicionado a que el liderazgo político se exprese a favor de que una ley modifique la esencia de la sentencia 168. Su posición particular es a favor de su aplicación. El Presidente no se cierra a una transacción siempre y cuando el liderazgo partidario, los sectores de la sociedad civil y la mayoría del país estén de acuerdo en que se exploren fórmulas de avenencia... ¡...Pero esas “fórmulas de avenencia” no existen en el marco de la Constitución!

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