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Opinión

EL ROEDOR

Aquí no se puede hacer eso, juez Vargas

Aristófanes UrbáezSanto Domingo

“Una sociedad abusiva jamás puede ser justa, porque cuando la violencia saca sus cabezas de Medusa, la Justicia, que fue incapaz de parar los abusos, entonces no juzga, sino que busca hachas en las cavernas para aplastar a los de siempre: ¡los que no pueden comprarla!” (a.u.). El Juez de Ejecución de la Penal del Distrito Nacional, Dr. Alejandro Vargas, ha tomado varios decisiones que están alarmando a la población, pero que son legales a la luz del Código Procesal Penal (“de los delincuentes”); aunque al mismo constituyen una infamia-puñalada contra el Estado de Derecho, la paz social, los valores tradicionales del pueblo dominicano, los parámetros éticos con que toda familia honrada y decente cría a sus hijos; y sobre todo, un soplete que enciende más la mecha de la disolución social de la Nación; y que, además, atraviesa a galope en un potro brioso a lo Gengis Kan, la pradera y los mil rincones que identifican una Patria, incluyendo el más sutil de los olores de sus freidurías. 2.- Decisiones siniestras¿En qué consisten esas decisiones legales pero siniestras?: a) El retiro de los cargos a un traficante de armas dizque porque el número de la vivienda fue extraviado por otra dirección. “El Gordo”, mote con el que se conoce el señor, tenía 47 armas entre las que se encontraban 5 fusiles de fabricación estadounidense AR-15, armas de guerra, y 42 de otras denominaciones, que nadie conoce el informe de balística a ver si llevan asesinatos. Si el juez no tiene “íntima convicción”, sino “pruebas”, entonces le queda la conciencia como sujeto que a apercibe el “en-sí” de las cosas del mundo material, y pudo muy bien declinar o enfermarse y no dar ese fallo a todas luces infame; b) Lo mismo hizo con dos colombianos (¿?): uno con pasaporte venezolano y el otro con cédula dominicana, implicados como dueños de un alijo de miles de dólares, varias propiedades millonarias y una finca en San Cristóbal camuflada con todos los ajuares para elaborar la pasta básica de la cocaína del que sale el alucinógeno. Luce feo que Balaguer dijera que el supuesto espía cubano, Marte Polanco, “no saldría de la cárcel bajo ningún subterfugio jurídico”, cuando “la Constitución era un simple de papel”; pero si comparamos aquello, que era político, con esto, que es veneno colectivo, nos parece que produce más asco y repulsión, fruto del Código Procesal Penal en el supuesto “Estado Democrático y Social de Derechos”. ¿Cuáles derechos? “De los delincuentes”, como dijo el ahora Juez del TC, Dr. Milton Ray Guevara. ¿Tenemos la parafernalia de las diversas agencias de EEUU, incluidas la Policía Estatal, el FBI, La DEA; Agencia de Alcohol, Tabaco, Drogas; Fronteriza, SS, CIA, Aduanas y Puertos, etc.? No, pero sí muchos lacayos y leyes virtuales para el país real de las injusticias y muchos privilegios. En fin: ¡una pústula! 3.- Juan Fco. y JosefinaPor eso, en medio del desánimo, la desilusión, y por qué no decirlo, mi amargura, y separarme de los “eufemismo” con que viven nuestros grandes políticos y pensadores, sabiendo que todos los pasos que dan van hacia la hecatombe porque no se puede vivir en una sociedad donde no exista esa forma de la conciencia social (FCS) que se llama “moral”, digo como el Dr. José Francisco Puello Herrera, aunque tú tengas su talante: “De mi parte, doy las gracias a Dios cada día, de no ostentar un ‘cargo’ o una posición que requiera que sacrifique mis creencias cristianas para atender procesos sociales, que en nada contribuyen a mi formación y crecimiento social como persona. Dudo mucho que me preste a participar en una fiesta a la que no tengo nada que buscar y mucho menos apoyar con mi presencia” (LD, 13-12-2013). Gente como él, Josefina Navarro, el P. Linares, mi obispo Arnaiz, SJ., el Papa Francisco, El Cardenal, y todos aquellos cuya lectura me llevan a creer en Dios y en el bicho humano y su crecimiento, sois mis preferidos. Hay muchos que parecen anónimos, pero no lo son. Lo otro, no vale la pena.

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