Reflexiones para fin de año
Por razones muy obvias el final de cada año, siempre nos impulsa a reflexionar para buscarle un sentido de orientación a la vida tratando de pasar un balance de todo lo que se ha hecho durante el año que termina. Todos estamos conscientes que la vida de los dominicanos se ha desenvuelto en los últimos meses en medio de grandes desajustes, que de no ser frenados podrían llevarnos a una situación de impredecibles consecuencias. Es hora pues, de que los líderes políticos así como los dirigentes de las clases sociales procedan a un exhaustivo examen de conciencia para este final de año, no solo salvando su responsabilidad, sino encarando con la verdad de los hechos. Nuestro país desde hace un tiempo viene en la cima de malas reputaciones, catalogados entre las naciones que más desvíos presupuestarios insanos ejecutan, tenemos uno de los mercados más cuantiosos en medicinas falsificadas, altas calificaciones en corrupción e inseguridad pública. Y para colmo la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos nos insinúa adoptar medidas urgentes para modificar retroactivamente la sentencia del Tribunal Constitucional. En fin: ha llegado la hora de que seamos honestos: este es nuestro caso, y cada uno no culpe al vecino y no culpemos exclusivamente al gobierno. Todos cargamos con nuestros pecados y culpa, somos responsables de una manera o de otra. Es tiempo, pues, de aplicar una de las frases implícitamente de las Sagradas Escrituras: “Los que tengan ojos que vean y los que tengan oídos que oigan...”. Sin tratar de evangelizar nuestra sociedad con el arte de fabricar mentiras, es posible que el ano próximo nos traiga el equipaje lleno de interrogantes y de bultos cargados de usual carencia que venimos y seguiremos padeciendo. Por tal razón, para evitar una crisis que pueda surgir en el país, no debiéramos solucionar precariamente o postergar los problemas a partir de enero próximo. Ahora bien, señor Presidente, con todo respeto, esta nueva etapa demanda acciones concretas del gobierno y Ud. bien conoce cuales serían las prioritarias, la gente está reclamando un cambio para definir una visión de futuro, y especialmente, por sus virtudes como estadista y su firmeza, y apego a los valores de la dominicanidad, defender sin injerencias la soberanía nacional.