EN POCAS PALABRAS…
El legado de Mandela
El legado de Nelson Mandela a su pueblo y el mundo fue la promoción de la Libertad, la Justicia y la Igualdad para todos. Mandela murió en su natal África del Sur a los 95 años después de una larga y tortuosa jornada que le llevó a liberar a su pueblo en la década de los 90 del régimen de minoría blanca conocido como “Apartheid”. El líder sudafricano considerado un icono de la historia moderna mundial tuvo encarcelado por espacio de 27 años en varias mazmorras del antiguo régimen segrecionista. Una vez liberado retomó la lucha con su partido el hoy gobernante Congreso Nacional Africano, para desalojar del poder al Apartheid, el cual dominó ese país por largo tiempo a través de una política radical de discriminación, represión y marginalización de la mayoría negra sudafricana. A Mandela le fue concedido el Premio Nobel de la Paz en 1993 junto al expresidente blanco sudafricano Frederik W. De Klerk, con quien negoció la transición hacia un gobierno multirracial, de donde fue elegido en elecciones libres y democráticas, presidente de Sudáfrica en 1994 hasta 1999. Ese año, concluido su mandato, se retiró de la política y en 2004 de la vida pública. Los años de Mandela en las diferentes cárceles que pasó en su gran mayoría fueron muy rigurosos, siendo 17 de ellos confinado en la isla Robben. Antes de ser arrestado por el Gobierno de Sudáfrica, Mandela dirigió comandos armados de la resistencia. En 1969 fue organizada una trama por el Servicio Secreto Sudafricano para asesinarlo como a otros líderes encarcelados. Salvó su vida, se dice, gracias a los servicios de inteligencia británicos quienes supieron de la operación y abortaron la trama. Mandela estudió abogacía y también por correspondencia la misma materia desde la cárcel bajo un programa de la Universidad de Londres. Su política de reconciliación nacional fue tal que tuvo como su primer vicepresidente de la República, al propio de Klerk. Su muerte el 5 de diciembre recién pasado, ha consternado al mundo y más de 90 mandatarios asistieron a sus exequias, entre ellos el presidente Barack Obama y su homólogo cubano Raúl Castro, quienes estrecharon calurosos saludos al término de las palabras del primero en el Soccer City de Johannesburgo.