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FUERA DE CÁMARA

El ejemplo de Francina...

Francina Hungría es la joven asaltada por dos delincuentes que la balearon en la cara para quitarle su vehículo en el módulo central de la ciudad a plena luz del día y en presencia de numerosos testigos. De ese hecho se cumplió ya un año, y a pesar de todos los esfuerzos, ella quedó ciega, perdió la visión en los dos ojos. Con apenas 29 años, ingeniera de profesión y un empleo estable que la proyecta como una profesional exitosa, Francina no se da por vencida y sigue aferrada a la ciencia médica para que a sus ojos llegue un poco de luz, aunque sea tenue. Sus padres han hecho lo indecible para cubrir un tratamiento muy costoso en los Estados Unidos, a pesar de la buena voluntad de los médicos que la atienden y que la diagnosticaron desde un principio, como el doctor Salomón Melgen, quien ha ofrecido gratuitamente su casa, su clínica de West Palm Beach y todos los recursos posibles. Las posibilidades clínicas de Francina son muy remotas, pero ni ella ni sus médicos pierden la esperanza y siguen luchando para tratar de que se produzca un milagro y sus ojos vuelvan a cobrar vida. Mientras tanto, ella no se ha arrinconado a llorar su desventura... Todo lo contrario, su capacidad creativa la mantiene muy activa y paulatinamente va adaptando su vida a las limitaciones que le impone la ceguera, no admite lástima ni acepta dependencia y poco a poco se incorpora a la vida productiva. Llegó un ángel del cielo...Los “destinistas” o personas que creen en el “destino” pueden hallar explicación al caso de Francina más allá de la penosa realidad de que se encontraba en el lugar inadecuado en el momento más desafortunado... ...Unos delincuentes trataban de escapar después del asalto a una señora en Naco, y en su huida se toparon con Francina que en ese momento salía de su trabajo. La encañonaron para quitarle su yipeta, ella trató de acelerar, le dispararon a través del cristal y la bala la alcanzó en la cara. Su vida le cambió para siempre desde aquel momento... A su belleza física, ahora mucho más resaltante por la luz exterior que irradian sus ojos apagados, Francina le ha agregado una belleza espiritual fortalecida en su fe cristiana y en el amor a los demás. Ha llegado al mundo de los no videntes con algún buen propósito para ayudar a los que están privados de la visión a llevar una vida digna e integrarlos a un mundo con menos limitaciones. Antes que odio y rencor, Francina ha llegado a irradiar luz a los ojos de los que no pueden ver. Proyecto beep béisbol...Luisín Mejía tiene las lágrimas profundas, muy pocas veces se le ha visto llorar. La semana pasada, sin embargo, no pudo contenerse en una reunión del Comité Olímpico donde Francina fue a exponer su “proyecto beep béisbol para no videntes”. La templanza de esta joven dejó perplejos a todos aquellos hombres forjados en las más duras disciplinas deportivas. Mientras exponía las características de este juego sónico de béisbol ideado por ella y que permite la participación de los no videntes, Francina dio una extraordinaria demostración de grandeza humana: “... Apagaron la luz de mis ojos, ya no puedo ver lo que antes veía; pero nadie puede quitarme el amor que siento por los demás...”

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