TESTIGO DEL IEMPO
Francisco, Obama: nuevos indignados
Vivimos momentos excepcionales, el Papa Francisco y el presidente Barack Obama ahora son voceros de los indignados del mundo. En declaraciones separadas, ellos condenaron las desigualdades económicas, reclamando una mejor distribución de riquezas. Francisco, jefe espiritual de 1,200 millones de católicos, denunció el capitalismo de “exclusión e iniquidad”. Obama presidente de la nación más poderosa del mundo, prometió dedicar el resto de su gobierno a reducir las desigualdades económicas y promover la movilidad social. Francisco y Obama asumieron el discurso de Occupy Wall Street y los indignados del mundo, porque son líderes visionarios que interpretan correctamente el rumbo de la historia. Un grupito controla casi todos los recursos del planeta, mientras al resto nos falta dinero para pagar la renta. Desde el 2008, el gobierno erogó miles de milones de dólares en “estímulo económico”, el 1% de la población controló el 95% del dinero. Las “crisis” siempre aumentan las riquezas del 1%. Mientras los bancos declaran ganancias alucinantes y sus ejecutivos cobran bonos multi-millonarios, sus cajeras y empleadas de servicio al cliente no ganan suficiente para vivir. Un tercio de esas empleadas bancarias recibe asistencia pública, alimenticia, de seguro médico o habitacional. Nosotros los pobres subsidiamos con unos $1.000 millones anuales la nómina de la banca. Esto es violencia económica criminal. Prometiendo reducir las desigualdades, Bill de Blasio ganó la alcaldía neoyorquina. De Blasio y Obama proponen educación pre-escolar universal para reducir la iniquidad, eso “podría garantizarle” a nuestros nietos mejores oportunidades en 25 años, ¿y mientras tanto qué? Nosotros, el 99% no esperaremos 25 años, necesitamos soluciones aquí y ahora. Es impostergable, este es el momento, y seguiremos discutiéndolo en las elecciones del 2016, esto seguirá su curso. La revolución mundial contra la acumulación de riquezas y poder triunfará, por eso se sumaron Francisco y Obama.