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EL ROEDOR

Constitución de Hipólito dice la verdad

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Aristófanes UrbáezSanto Domingo

A propósito: ¿los dominicanos pueden ir a Haití sin cédula, visa, pasaporte o permiso? Y si van con “permisos”, que es lo más sencillo, ¿no tienen que mostrar pasaporte o cédula en los consulados haitianos y pagar para cruzar la frontera? ¿Cuántos dominicanos han perdido sus vidas cuando la “policía” haitiana los captura sólo con cédulas? ¿Anotó esto la CIDH o los que no valen nada son criollos? ¿Ha indagado eso nuestra autoridad? a.u. “Art. 11.- Son dominicanos: Todas las personas que nacieron en el territorio de la República, con excepción de los hijos legítimos de los extranjeros o residentes en el país en representación diplomática “o los que están en tránsito en él”; 4.- Los naturalizados. La Ley dispondrá de las condiciones requeridas para la naturalización”. Copiado, pueblo dominicano, de la Constitución de Hipólito M., proclamada el 23 de julio del 2002, en su Título III, “Derechos Políticos”, Sección I, “De la Nacionalidad, Art. 11”, y eso dicen todas las Constituciones desde el 1929. Esa Constitución, cuya Asamblea Revisora, no la Constituyente, como pedían para la del 2010, tenía de presidente al Lic. Andrés Bautista, de Vicepresidenta a la Dra.Rafaela Alburquerque G., la firman los legisladores provinciales, disidentes o no, y se hizo con la única finalidad de reformar el Art.49 para introducir la reelección de papá por un período más, después que dijo 80 veces que no se reelegiría (Leer: “Cosas de Hipólito”, de la Dra. Cándida Figuereo). 2.- Hay más.- Para esa ‘reforma’ compraron un senador y 11 diputados (que fueron expulsados), y no sé cuántos reformistas (José Rijo P., debe saber); porque el gobierno-PRD en 2001 estaba “crebao, como el Casino de Neyba” y buscaba cuartos como loco, vino la Ley 128-01, de Bonos Soberanos, el Acuerdo de Madrid, y al año siguiente (2003) la quiebra de los bancos. Esa Constitución fue anterior a la SCJ-Subero Isa, que actuó como Tribunal Constitucional y evacuó la sentencia del 2005, que sirvió de base a la No.168-13, que dice en esencia lo mismo: “que los hijos de extranjeros en tránsito no son dominicanos”. 3.- Inverecundia y cínica falsía.- El Gran Farsante del discurso en la UASD (con los haitianos en la cola, parece que estar purgando su conciencia por los “mesié” asesosinados en 1937 por el capitán trujillista Santana, y ahora usa los prietos de pendejos para vocear: “¡Llegó papá!”, ignorantes ellos de que lo que diga la CIDH de marras no a RD a nada como país, ni es vinculante; digan o no la pandilla de PC, C. “Bonó”, der. Inhumanos de los Mercedes, potentados de sindicatos y chóferes de minibuses, que hoy tiene hoy los bolsillos fletados de dólares. Un abuso, pues el 90% de los dominicanos saben lo que dijo el Cardenal López: que somos los únicos que hemos ayudado a los haitianos. Y apenas ayer La Madrastra (España), dijo a los africanos de Ceuta y Melilla que no pueden cruzar los 3.5 kms. que los separa de la península y serán devueltos. Es penoso que papá se lleve de gente desorejada que diga que R. Rosario y la JCE, hizo lo de Honduras: ¡un asqueroso fraude! ¡Aquí no vale “informe comprado” del CSIS, ni fotos viejas truqueadas por CNN, ni la ‘pandilla mediática’; ni ONG que venden el terruño desde T. Bobadilla, Santana y Báez; no valen los marines, ni periodistas pagados (de El País, BBC, AP, AFP, EFE, de la costa Este de EEUU), con el dinero de suplidores no de alimentos, sino alcaloides. Aquí va lo que hicieron Duarte, Trinitarios, Restauradores, Manolo, Juan Bosch, la Raza Inmortal y los abrileños. Lo siento papá. Siempre le advierto: cada día su figura se achica. ¡Deje esa ambición! ¡Dele un chance a Carolina! Su palabra dice que hizo lo que nunca ha hecho. ¡Nada hizo usted por los haitianos! No los coja de pretextoÖ Y a la clase empresarial, los USA-UE, que midan sus pasos que con gobernantes ineptos como Martelly, esta isla de 20 millones va a una erupción como el Vesubio vomitando más corrupción, muertos, impunidad, lavado, el reinado del bajo mundo y de los carteles de drogas. ¡Y ahí si es triste!, como dice mi sobrino Kissimger.

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