EXPRESIONES
Trato injusto
Como ignorando lo que en realidad somos, algunos “analistas” internacionales y locales se han atrevido a calificar al país de nazista, donde se maltrata al extranjero y se fomenta el odio. Han dicho con el mayor “desparpajo” que aquí se ha fomentado el apartheid. A esos injustos calificativos se agregó el informe de la denominada Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el que dice que este es un país racista, que discrimina. Aun viendo en el terreno la realidad, mienten sin ningún remordimiento. Algunos jefes de ONG extranjeras, voceros de algunos gobiernos y otros sectores locales, han castigado sin reservas el plan de regularización de inmigrantes y han dicho, de forma imprecisa, que este país dejó sin nacionalidad a miles de haitianos. Yo, sinceramente, no entiendo cómo un país excluyente, nazista, racista, que ha tomado el apartheid como estandarte, tiene las universidades llenas de estudiantes haitianos, permite que los semáforos estén “minados” de niños y mujeres haitianas, pidiendo o vendiendo chucherías. Como permite que los cañaverales, los arrozales, las construcciones, el área turística y todo el sector agrícola estén llenos de hombres y mujeres haitianos, ilegales y sin documento alguno, porque en su país ni eso les facilitan. Es por eso que creo se abusa de este país con esas acusaciones. Si el Tribunal Constitucional establece una normativa, ¿cómo es que organismo internacional alguno, llámese como se llame, pretende imponerse y anular esa disposición? Creo que así como el país respeta a esos organismos, estos deben respetar las decisiones internas nuestras. Con mentiras no se puede pretender seguir confundiendo. No se puede seguir hablando falsamente de desnacionalización, tampoco se puede hablar de discriminación o discurso racial. Es penoso ver a dominicanos pretendiendo arrodillar el país ante organismos internacionales prejuiciados. Es triste que hasta políticos que han ocupado la más alta posición del país, busquen el padrinazgo de organismos externos para resolver conflictos internos y se sancione a la nación, ¡Por Dios!. Como dice el cardenal López Rodríguez “Aquí, mandamos los dominicanos”.