ORLANDO DICE
El gobierno enfrentará ahora múltiples dificultades
SIN SOBERANÍA.- Nadie sabe qué decidirá el gobierno después que conozca o discuta el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero debe saber que el país ya no volverá a ser el mismo, ni sus relaciones con organismos internacionales, ni los intercambios de Estado. El debate sobre los derechos de los haitianos que se presumen dominicanos fue amplio y abierto, y todos los sectores participaron, pero no hay dudas de que se escaparon los matices, y esos matices determinarán la vida pública a partir de ahora en adelante. Si el gobierno, en vez de firmeza, decide prosternarse ante los poderes extranjeros, que no espere respeto de la calle. Si se entrega a los extraños, que haga otro tanto con los propios. Que goce lo más que pueda la Navidad y deje gozarla al pueblo, pero que sepa que el 2014 será imparable: uno de esos misiles de aire-tierra que fueron terror durante la guerra fría. Haití seguirá donde está ahora, pues nadie intentará echarlo al mar. Los intercambios del orden que fueren se mantendrán, aunque no sean respondiendo al interés nacional. República Dominicana será una nación sin soberanía... EL GUETTO.- No hay dudas de que si el gobierno favorece a los haitianos, y desconoce en la práctica la Constitución de la República, el fallo del Tribunal Constitucional y las políticas aprobadas en base a su soberanía, la situación interior será de riesgo y las relaciones entre haitianos y dominicanos será una bomba de tiempo. El guetto no existe, como alegan los ignorantes, pero sí existiría a partir de ahora, pues los haitianos con derecho se creerán clase aparte y se constituirán en minoría con vocación de poder. Los dominicanos no podrán ocultar su resentimiento y verán en cada actuación de los haitianos un agravio y responderán adecuadamente. Si los haitianos con miedo se derramaban por todo el territorio nacional y se dedicaban a las más diversas actividades. Ahora que se saben apoyados por los verdaderos apátridas, sus aliados nacionales, y por organismos internacionales que se manejan con total irresponsabilidad, el masacre no será frontera, sino un camino fresco... RUANDA.- Si lo que se pretende no es la fusión de los dos pueblos, como se denuncia hace mucho, las evidencias conducen a un esquema parecido: fundar una nación en territorio de otra. Haití que siga siendo Haití, pero que los haitianos que viven en República Dominicana, y que se acrediten como dominicanos, se conviertan en núcleo decisivo. Una especie de Ruanda, con sus tutsis y sus hutus, esperando a ver cual etnia madruga a la otra... CARTASeñor Orlando GilPor medio de estas cortas líneas reciba un afectuoso saludo de mi parte, y al mismo tiempo aprovecho la misma para manifestarle una observación con respecto a la entrega publicada en su columna del periódico Listín Diario del 3 de diciembre del presente año 2013 titulada “Solución haitiana disfrazada”, en el último párrafo de dicho trabajo usted hace referencia de la ocurrencia de un conductor de camión en la época de la dictadura trujillista. Ese señor al que usted se refiere, era tío de quien suscribe y se llamó Antonio Peña Polanco (Toñito Bandín) que transportaba madera de los aserraderos de La Vega hacia la ciudad capital. En uno de esos trayectos fue detenido por los soldados de puestos en el cruce de la cumbre (Villa Altagracia). Una vez allí, fue obligado a quitarle un letrero que llevaba en la parte delantera del camión que decía “El espíritu del diablo”, no “El Espíritu de Lilís” tal como usted lo refiere. Al cumplir con este mandato lo dejaron inmediatamente en libertad, lo que le permitió continuar hacia la capital de la República. Una vez cumplida allí su responsabilidad, decidió regresar hacia su ciudad natal de La Vega, decidiendo escribir en el mismo lugar que decía “El espíritu del diablo”, por “El mismo espíritu”. Con las gracias anticipadas, queda de ustedManuel Peña