Clandestinidad de Manolo
(y 3) 12- Manolo sale para Santiago la noche del 25 de noviembre de 1963, acompañado de Joseito Crespo Minaya y Miguelina Galán. Curiosamente, a pesar de supuestamente haberse levantado el registro en las carreteras, el auto es detenido en varios puntos de chequeo de la carretera Duarte, pero en las proximidades de la Cumbre, una patrulla militar procede a inspeccionar cuidadosamente el auto y sus integrantes. Fueron invitados a bajar del auto. El comandante de la patrulla le puso un foco de luz en el rostro a Manolo durante algunos segundos. Se quedó observando las botas militares que llevaba puesta Manolo, y luego de unos minutos tensos, le sonrió, y le dijo que podían continuar sin hacer preguntas. Es una incógnita saber sin reconoció a Manolo y lo dejó pasar, por simpatía con el líder del 14 de Junio, o si por el contrario, lo hizo adrede cumpliendo órdenes superiores, o no lo identificó. Durante el resto del viaje el auto donde iba Manolo no es detenido, y la conversación entre Joseito, Miguelina y Manolo, consistió en determinar la real actitud del teniente, si lo reconoció o no. Manolo llegó a la finca del padre de Danielito Fernández (joven catorcista que caería junto a Manolo en la insurrección), en las afueras de Santiago, en la carretera rumbo a San José de las Matas. 13- El día 26, Manolo le envía un recado a su prima Elsa Justo, quien residía junto con él y Leandro, en el apartamento de la calle Rosa Duarte, pidiéndole que le mande urgentemente un abrigo que le había regalado Papy Viñas, que se le había quedado. En esa carta, Manolo le dice a Elsa, que pronto “estarían de nuevo juntos”, lo cual sugiere y en gran medida confirma la idea de que Manolo no fue a las montañas a desarrollar una lucha armada prolongada, sino a combatir a los golpistas, desencadenando acontecimientos políticos en las ciudades y el “Cuartel”, para lo cual, el 14 de Junio, se constituía, una vez más en vanguardia, por el retorno a la constitucionalidad. La revelación de Rafael Pérez Modesto, de que Polo Rodríguez, le dijo, que en cualquier momento bajaría de las montañas a garantizar la integración del 14 de Junio, en un eventual gobierno provisional, producto de la caída del Triunvirato, confirma la idea de que el alzamiento fue concebido como un acto de presión político militar para impulsar las conspiraciones, desatando sucesos de envergadura. 14- Alrededor de las 11 de la noche del 27, en el camino de la estrecha y accidentada carretera de San José de las Matas, la policía de puesto en el municipio de El Rubio, ordena detener el vehículo donde se trasladaban Manolo y sus compañeros. El vehículo, conducido por el doctor Rubén Lulo Gitte, con placa oficial de la Dirección Nacional de Recursos Hidráulicos, dependencia de la Secretaría de Estado de Agricultura, se detiene a orillas del camino. Dentro, en la parte trasera de la guagua, los alzados se pusieron en posición de combate, en caso de que fueran inspeccionados. Lulo Gitte y dos acompañantes se bajan del vehículo con botellas de ron, diciendo que estaban celebrando la victoria del equipo de beisbol, “Las Águilas Cibaeñas”, que acababan de derrotar a “Los Leones del Escogido”, en el Estadio Cibao. Los policías, quienes también habían estado escuchando la transmisión radial del juego, se pusieron felices y se pegaron un trago brindado por Lulo Gitte, sin advertir que allí, en el vehículo iba Manolo y una parte de los futuros guerrilleros. La guagua con su valiosa pertenencia humana se deslizó por la angosta carretera, mientras Manolo respiraba profundamente. Había logrado su primera victoria decisiva sin disparar un tiro. Más adelante, en una vía previamente convenida, Manolo y sus compañeros descienden del vehículo, terminan de ponerse sus nuevas vestimentas bajo la luz de la luna llena. Al despedirse de Lulo Gitte, Manolo, le reitera, su invitación para que éste, se quede con él. Abrazos y promesas de reencontrarse pronto. Un hermano de Rubén, el Ing. Manuel Lulo Gitte, presidente del comité provincial de Moca, del 14 de Junio, alto funcionario técnico de la Secretaría de Agricultura, se internaba a la misma hora, en un batallón de guerrilleros del 14 de Junio, por las lomas aledañas a Bonao. 15- Al capitán, Miguel A. Calderón Cepeda, quien hubo de comprometerse con Manolo, le cambiaron la tropa bajo su mando, al iniciarse el alzamiento. Llegó segundos después que una patrulla militar emboscó al destacamento guerrillero dirigido por Polo Rodríguez, en la sección de la Horma, San José de Ocoa, produciéndole la muerte. Al llegar al lugar de los hechos, el capitán Calderón, le salvó la vida al guerrillero Rafael Pérez Modesto, herido gravemente en una pierna, en el preciso momento en que la patrulla se disponía a fusilarlo. A solas con Pérez Modesto, manifestó su dolor por la muerte de Polo y se lamentaba de haber llegado tarde al enfrentamiento, mientras le confesaba a Rafael Pérez Modesto, que él era “Gregorio”, seudónimo, con el cual se le conocía en el 14 de Junio y como lo llamaba Polo Rodríguez. Posteriormente, cuando estalló la revolución de abril, combatió bajo las órdenes del coronel Caamaño en la guerra patria de 1965. Nunca fue reintegrado a las Fuerzas Armadas, y se perdió en el laberinto del exilio, la ingratitud humana y los padecimientos sufridos por los militares constitucionalistas.