TESTIGO DEL TIEMPO
Cambios históricos irreversibles
Nueva York.- Los primeros africanos que la Iglesia Católica Romana llevó a Quisqueya fueron esclavos, negociados por Fray Bartolomé de las Casas. La misma iglesia, 500 años después, envía a un africano, monseñor Jude Thaddeus Okolo, como nuncio, representante papal. Monseñor Okolo conoce bien a Haití y la problemática dominico-haitiana. El vino a promover la reconciliación isleña. Okolo habló de mediación. El tiene una rica experiencia en materia de respeto, tolerancia y convivencia. Su Nigeria natal tiene mas de 170 millones de habitantes divididos en 371 tribus con etnias, idiomas, religiones y culturas diferentes, pero se toleran, respetan y conviven. No lo envió cualquier Papa; fue un jesuita argentino, el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergolio, un latinoamericano que conoce la dinámica de las relaciones dominico-haitianas. El Papa Francisco le restó importancia al matrimonio homosexual y a los anticonceptivos. El nuevo embajador estadounidense en Santo Domingo, James Brewster, es homosexual, casado con otro hombre. Estados Unidos y El Vaticano envian señales de cambios a los dominicanos. Esos cambios históricos aplastarán a los homofófobicos y racistas disfrazados de religiosos y nacionalistas. El proceso los escupió. El papa Francisco critica la economía de la “exclusión, y la desigualdad”, denuncia la “tiranía” del capitalismo sin control, aboga por buscar y aceptar cambios. Hasta el clima cambia. Y quienes alimentan su familia con “pan sucio”, como bien define el Papa Francisco el dinero de la corrupción, se opondrán a los cambios. En “The Education of a British Protected Child”, Chinua Achebe, el nigeriano inmenso, comparte un proverbio de su tribu los Igbo, sobre quienes pretendan pisotear al otro. “Quien quiera mantener al otro en el lodo, debe quedarse en el lodo para mantenerlo abajo. Los corruptos terminarán abajo, el pueblo sabrá salir para estar presente en estos cambios irreversibles de la historia.