Opinión

“Por sus frutos los conoceréis”

Víctor Manuel Grimaldi CéspedesRoma

Tras la guerra civil de 1965, el Profesor Juan Bosch se convenció -al ponerse a estudiar lo que ocurrió en la República Dominicana después de la muerte de Trujillo- de que era necesario fortalecer o crear instituciones políticas que garantizaran el desarrollo civilizado y armonioso de la Sociedad Dominicana. Para concebir ideas y planes, y luego crear esos instrumentos sociales que permitieran encaminar hacia el futuro a un pueblo de escasa experiencia -un pais dominicano muy joven desde el punto de vista de la historia y la experiencia de otros que nos llevaban muchos siglos y hasta milenios de desarrollo social-, el Profesor se estableció en Europa durante tres años y cinco meses. Fue por esas razones tan importantes que decidió permanecer haciendo estudios, planes y contactos con Líderes mundiales e intelectuales fuera del País desde noviembre de 1966 hasta que retornó al país en abril de 1970. Él había sido ganador de las elecciones del 20 de diciembre de 1962, las primeras libres después que fuera eliminada la Dictadura como resultado de la lucha y la resistencia que desarrolló durante 31 años el pueblo dominicano contra esa tiranía opuesta al desarrollo del sistema democrático. Como líder y presidente que era entonces el Profesor Bosch del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), como profundo conocedor y estudioso de la composición social dominicana, Él se daba cuenta de las debilidades y fallas, y de las carencias intelectuales y formativas de los dirigentes perredeístas. Supo verlos y estudiarlos, y comprender su comportamiento en todos esos procesos sociales y políticos que siguieron a la caída del trujillato y a la Revolución de 1965, y se dio cuenta que ellos necesitaban formarse, educarse, capacitarse y, sobre todo, aprender el arte de la disciplina política indispensable para dirigir el Estado. El 30 de Junio de este año 2012 han de cumplirse 103 años del nacimiento del Maestro Juan Bosch. ‘‘Maestro’’, así escuché a Gabriel García Márquez decirle delante de mí al Profesor el Domingo 1 de Julio de 1979 en un almuerzo-buffet preparado por Mike Mercedes. Desde los tiempos del PRD le llamábamos así, Profesor, en señal de respeto, si bien García Márquez nos hacía ver en 1979 el valor que engendra esa palabra que el Pueblo Dominicano había relegado: Maestro. Cuando se conmemoren los 103 años del nacimiento del Maestro, la Sociedad Dominicana conocerá fi - nalmente la colección de sus Obras Completas, una parte de la cual está dedicada a la formación política del pueblo dominicano. Por la voluntad política de uno de sus discípulos, el Profesor Leonel Fernández, el 30 de Junio de 2012 el País y el Mundo tendrán de sus manos Los 40 Volúmenes de las Obras Completas de Juan Bosch. Fue un material formativo que los dirigentes del PRD nunca valoraron para mantener una organización civilizada y ordenada. Pero nos sirvió mucho a los peledeístas. Gracias al Presidente Leonel Fernández se ha realizado este trabajo que ha reunido en estos escritos el pensamiento cultural, humanista, social, histórico, literario y político del Maestro Juan Bosch. Es un patrimonio que reciben las actuales y futuras generaciones dominicanas. Las Obras Completas son el testimonio de que el Pueblo Dominicano tiene futuro. Sólo las sociedades que se fundamentan en fi rmes valores culturales, éticos y morales tienen perspectivas de sobrevivir y prevalecer en el complejo mundo futuro de las relaciones globales. Las Obras Completas de Juan Bosch son fundamento de las estructuras que como Pueblo, Nación y Estado nos sostendrán y guiarán a las dominicanas y dominicanos por los siglos y los siglos. Debemos dar Gracias al Maestro. Gracias al discípulo y Profesor. Esos son de los frutos que al regresar de Europa trajo el Profesor Bosch: libros e ideas nuevas -conocidos ahora porque forman parte del acervo cultural de todo el mundo- para aplicarlos a la renovación de la vida política dominicana. Es verdad que aún falta mucho por hacer. La tarea ahora pendiente es reestudiar a Bosch para corregir entuertos. Cuando en 1970 comenzó su experimento dentro del Partido Revolucionario Dominicano, Bosch fue descubriendo que a ese partido durante su ausencia por un brazo le había mordido la rabia izquierdista infantil y por el de su derecha le envenenaba la fuerza ideológica que frustró la sublevación demócratica, popular y militar de 1965. La indisciplina, el caos y el desorden eran el comportamiento natural por el cual abogaban quienes más infl uían en la dirección del partido del jacho prendío en la bandera blanca. Bosch tuvo que dedicarse a sacarle a ese buey sus garrapatas, tratando de domarlo, y le mostró sus ideas, e intentó de enseñarlo con el ejemplo, pero sus dirigentes, con pocas excepciones, no le hicieron caso. Tres años después de su retorno al país en 1970 -admirado por las masas perredeístas, y rechazado por sus dirigentes maleados- el Profesor terminó de convencerse de que el PRD no era el instrumento que un día en el futuro habría de conducir por mejores caminos al Pueblo Dominicano. Fue esa la razón fundamental por la cual el 15 de diciembre de 1973 el Profesor Bosch creó el Partido de la Liberación Dominicana, que ya ha gobernado durante tres períodos de Gobierno de cuatro años y cuyos frutos buenos de Gobierno se ven claramente. Es más -a pesar de los lastres y errores que conlleva el ejercicio del Poder, se puede afi rmar ya que los períodos gubernativos del PLD han dado infi nitamente mejores libertades democráticas y frutos materiales, económicos, culturales, saludables y otros benefi cios que los que ha dado el PRD al pueblo dominicano, a excepción de los ejemplares siete meses del Gobierno que encabezó el Profesor Bosch en 1963. Vale entonces evaluar a los herederos políticos de Bosch con la frase bíblica: “Por sus frutos los conoceréis”.

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