Opinión

UN MOMENTO

Drogas y familias

Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

En este mes de noviembre, “Mes de la Familia”, una vez más podemos volver la mirada y nuestro pensamiento, hacia el tema “Drogas y familias”. Quién no sabe que las drogas es uno de los grandes flagelos de la familia. Cuantos padres y madres sufren con sus hijos drogadictos, sino que alguno de ellos también lo es. La droga, puede entrar a la familia, por culpa de la propia familia, porque se descuida. Cuando en la familia se le da todo a los hijos, cuando en la familia no hay disciplina, o cuando en la familia hay exceso de disciplina y de represión, entonces la familia puede estar creando un caldo donde se cultive la droga, pero también hemos de decir, que cuántas familias hay que educan dignamente a sus hijos, pero la sociedad les ofrece, cuando salen de las puertas de su casa, el camino de las drogas, la encuentran en las calles, la encuentran en cualquier lugar. Por eso, también nosotros exigimos tantas veces a la familia, el que eduque a los hijos para que no se inclinen a la drogadicción, pero hemos de repetir tantas veces, también, que la sociedad, el medio en el que los jóvenes y los niños se desenvuelven, deben recibir el apoyo y la ayuda. De ahí que también las autoridades, las escuelas, la Iglesia y las congregaciones religiosas –no importando su denominación– han de poner su parte para que ayuden a la familia a cumplir su papel de tener un espacio sano para educar a sus hijos, incluyendo en esa educación, el que no tengan acceso a las drogas. Hasta mañana, si Dios,usted y yo lo queremos.

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