CON MIS OJOS
Pensar, escuchar, hablar y actuar
Tomarse dos jornadas para reflexionar, debatir, consensuar o disentir, escuchar y trazar las estrategias para actuar es todo un lujo. Esta semana varios escenarios de participación y de construcción de ciudadanía se han hecho palpables. Ágora Dominicana fue el primer espacio en el que políticos y políticas, gente de las ONG y el activismo, de los medios de comunicación, del arte y los deportes y del empresariado nos reunimos para hacer catarsis, plantear retos y empezar a tejer redes de apoyo para la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales. Por razones de espacio no puedo contarles todo, pero en www.agoradominicana.do pueden ver las conclusiones a las que llegamos. Es solo el principio. La decepción ante las posturas de un liderazgo anclado en el pasado y ante la frustración de ver en los candidatos a la presidencia la misma cadena de prejuicios y clichés, resulta un respiro ver a una ciudadanía cada vez más interesada en buscar otras alternativas. La segunda fue una emocionante iniciativa de hombres dominicanos que no están dispuestos a tolerar más violencia machista. Ellos están circulando un documento en el que se comprometen a no agredir a ninguna mujer. Quieren llegar al millón de firmas. Sé que lo lograrán. Muchas de nosotras firmaremos además, para darles nuestro apoyo. Y además del retorno de las sombrillas amarillas a Palacio el día 4 a las 4:00 p.m. (esas personas que han sido mecha, chispa, inspiración) supe que ayer una comunidad discriminada hasta arquitectónicamente (los no videntes, ciegos o con limitaciones visuales, como prefiera llamarles) marcharon en Santiago para exigir que se eliminen las barreras que les impiden desarrollar su potencial y ejercer su independencia en la sociedad. Son tiempos de cambio en el mundo. Tenemos en las manos la masa para el pastel del mañana. Triunfaremos si participamos.