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ORLANDO DICE

Hipólito Mejía y los militares en operativos

EL OLVIDOHipólito Mejía no debe olvidarse nunca de que ahora es candidato, pero que anteriormente fue presidente, y que esa administración ñcomo todas las conocidas-- debió enfrentar situaciones iguales a las de este gobierno. No ha cambiado nada, excepto los hombres que encabezan las instituciones, y que fueron entrenados con los mismos manuales, aunque actualmente rigen otros códigos. Si hubiera tenido buena memoria y recordado que en su tiempo se colaba un café espeso y negro, como ahora, no se hubiera despachado de forma tan desmañada respecto a los operativos anunciados por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. ¿Qué se hacen por politiquerías? Claro, que es politiquería. ¿Qué buscan meter miedo? Ni modo. ¿Acaso los delincuentes no se pasan de desafiantes y de bravos? Si no puede la policía, que intente la guardia. Si no hay maneras por las buenas, que se pruebe por las malas. La lógica es innegable. Se perdió la batalla de los policías, de los fiscales y de los jueces, por lo que no queda otra alternativa que una guerra interior... LO COMÉSTICOLo malo es que no es más que un aguaje, una forma de cubrir las apariencias, una acción provocada por la desesperación o simplemente un arreglo cosmético. Ahorita, de a poco, se corre el rimel y la imagen que queda es la de un payaso que llora lágrimas negras. Pero bueno, es el remedio universal. Cuando la policía estatal no puede en Estados Unidos, lanzan la guardia Federal. Méjico es un caso que todavía se vive. No es solución, está visto, pero peor es no hacer nada. La gobernabilidad está por encima de todo, y el primero que debe entenderlo es Hipólito Mejía, que debe cuidar, incluso más que Leonel Fernández, que la situación no se deteriore más de la cuenta. O que ese deterioro se tome como excusa para cosas impensables. Si está en las calles sabe que la gente está al grito, y no se debe permitir que la delincuencia se imponga por falta de medidas adecuadas, y sobre todo a tiempo. Lo del tiempo hay que admitir que se perdió, y se perdió por culpa de todos, pues ñen su momento ñ se consideró que los correctivos eran demasiado drásticos... EL ENTRENADOR La policía de no se sabe cuándo, que resolvió el problema de la insurgencia a tiros, consideró que ese procedimiento era adecuado para enfrentar el reto de la delincuencia. Se abomina de sus métodos, pero nadie se recuerda de que después de Dan Mitrione la institución del orden no ha tenido otro preceptor. Mitrione fue un agente de la CIA secuestrado y muerto por los Tupamaros en Uruguay y que aquí operó como doctor Anthony Ruiz en un programa de la entonces AID después de la Revolución de Abril. Los norteamericanos (American Watch, Departamento de Estados, Black Caucus etc.) critican los métodos de la Policía Nacional, pero todos olvidan de que esos procedimientos fueron enseñados por sus propias agencias. Los intercambios de disparos no es hechura dominicana. Cuando menos en la historia del país se conoce el decreto de San Fernando o la anécdota macabra de “ahí le mando los presos, devuélvame la soga”. La situación hoy se torna grave, pero no fue por los intercambios de disparos. Todo lo contrario. Si hubieran dejado las manos libres, tal vez la rabia no se hubiera acabado, pero serían menos los perros... La política, y mucho menos la campaña, puede impedir que las autoridades fracasen de nuevo con operativos que ya fueron puestos en escena y que no resolvieron el problema de la delincuencia y la criminalidad. Hipólito Mejía puede seguir con esa si cree que le conviene políticamente. Pero que chequee bien. Pues tal vez no. La imprudencia del Banco Agrícola y la deuda de los productores del campo le quedó mejor en un foro de la semana pasada, cuando dijo que quitaría obras asignadas para entregarla a ingenieros que voten por él. Pero la gente aprueba al candidato Mejía contrario a la huelga anunciada. Él sabe que esos izquierdistas no atajan para su causa. Aunque en el caso de la Operación Mangosta de ahora tiene que recordar a los generales Pedro de Jesús Candelier y Jaime Marte Martínez, en la PN, con su Centella, o al también general José Miguel Soto Jiménez en la jefatura de las Fuerzas Armadas y su Guaraguao. Ahora por lo menos el operativo es coordinado, es conjunto, y tiene un propósito que va más allá de requisar e incautar bates de pelotas, armas blancas y de fuego. Aunque lo del más allá todavía no esté muy claro...

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