Añadiendo burla al insulto

Las promesas de reeleccionistas y los juramentos de amor de una prostituta tienen igual valor. Manipulando necesidades, trafi cando miserias y abusando de desesperados clientes y votantes, políticos y prostitutas pueden cometer grandes crueldades. Harry Reid, el líder demócrata del Senado, busca una difícil reelección en Nevada y necesita los votos de latinos y homosexuales. Por eso promete dos leyes, una eliminará la prohibición de los gays en los cuarteles; otra legalizaría a unos 800,000 estudiantes indocumentados que fueron traídos siendo niños, mediante una ley conocida como DREAM (sueño). Ambas cuelgan de una apropiación de fondos para gastos militares. Reid manipula abiertamente las esperanzas de latinos y homosexuales. Él sabe que sus propuestas no pasarán. Los demócratas saben que no pasarán. El presidente Barack Obama sabe que no pasarán. Los republicanos anunciaron que las bloquearán. Y ellos siempre cumplen su palabra cuando se trata de esas cosas. Si las propuestas legislativas pasan o fracasan, para Reid, es absolutamente irrelevante. Sólo busca asegurar tiempo y espacio gratis en Univisión y otros medios, para garantizar los votos de su reelección. Sus propuestas serán rechazadas, y los republicanos culpables serán. Ellos, al menos, cumplen su función de hacer oposición, los demócratas no cumplen nada. Los inmigrantes tendrán que escoger entre el oportunismo demócrata con sus promesas incumplidas, y la crueldad republicana manifi esta que siempre cumple sus amenazas de usar “manos duras”. Obama lleva dos años gobernando sin cumplir sus promesas básicas a los gays y latinos que le dieron el triunfo. Aún no elimina la prohibición implícita de que los homosexuales puedan ser militares, ni produce la esperada reforma migratoria. Los republicanos sin duda, resultan más honestos, con ellos siempre sabemos lo que vendrá. Los demócratas abusan de nuestra falta de opciones, se burlan de nuestras necesidades, también insultan nuestra inteligencia.