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ORLANDO DICE...

Los resabios en el PLD y la oportunidad de las bases

El plebiscitoEl Comité Central del PLD aprobó la prolongación del mandato de los altos cargos del partido, pero lo condicionó a que fuera ratificado por un plebiscito, que es una forma de ir a las bases y de que la decisión no sea arbitraria, sino parte de un consenso lo más amplio posible. Están los de arriba, los del medio y más adelante los de abajo. Nadie puede pensar que una medida de ese tipo puede ser tomada de manera meladaganaria, mucho más que Leonel Fernández cuida mucho la forma. Desde afuera, y ahora desde adentro, se le enfrenta al fantasma de Juan Bosch cuando se producen situaciones que no pueden invalidarse por otros medios que no sea ese chantaje. Chantaje sutil, si se quiere, pero que de tanto usarse va perdiendo eficacia. Sin embargo, no se recuerda un exabrupto del actual presidente del partido, o de que haya abandonado de mala manera una reunión y hubiera que irlo a buscar con ruegos. Hasta ahí no ha llegado, ni se espera que llegue, pues el liderazgo del mandatario encontró la cama hecha... El pacienteEl presidente del PLD ha dado muestras de paciencia y prudencia en múltiples ocasiones en que fue necesario llegar a consenso para el logro de determinado objetivo. Incluso, en muchos casos, y siendo obvia la mayoría a su favor, dejaba que se extendiera la discusión, de manera que ronda tras ronda, se convencieran los renuentes y se votara a unanimidad. Era mucha generosidad con los intransigentes, que los hay en todos los partidos, pero de ese modo evitaba los resentimientos y los rencores que provocan las derrotas. La moción de extender el mandato de los altos cargos no ganó el aplauso inmediato de la concurrencia, y quizá pudo caerse, pues internamente hay muchas aspiraciones buscando canales de expresión. La salvó la campana de su segunda intervención, en la que reconoció las dificultades del partido, y sin decirlo, acogió las quejas contra Reinaldo Pared. Es decir, que se pusieron todas las cartas sobre la mesa, y cada cual jugó de acuerdo a su conveniencia. Al final, se impuso lo que estaba previsto... Los ruidosLos resabios que ahora se conocen en la calle constituyen los ruidos necesarios. Sin la reacción en los medios de los senadores Euclides Sánchez y Charles Mariotti, o del “líder de las bases”, Luis Inchausti, la reunión del Comité Central hubiera sido aburrida. Ellos le echaron sal y le dieron sabor, la pusieron bajo focos y la convirtieron en un espectáculo que puede mantener la expectación durante una semana. Incluso, el PLD como partido sale ganando. Antes las disidencias terminan en expulsiones o renuncias; ahora, en desahogos que no afectan ni alteran el ánimo colectivo. No obstante, deben cuidarse de las suplantaciones. Ellos no pueden reivindicar como propias las supuestas posiciones de las bases, puesto que no pertenecen a esas franjas del partido. Son dirigentes medios, y lo que es mejor todavía: tuvieron su oportunidad en el encuentro de hacer valer o prevalecer sus opiniones, y perdieron. Las bases tendrán su oportunidad cuando se convoque el plebiscito. Las manipulaciones de prensa están de más... Los corosLa extensión del mandato de los altos cargos a todas luces fue un acuerdo callado (por no decir secreto) entre los grupos. No se entiende, por tanto, los resabios conocidos, ya que en el PLD, quien no hace coro con los Niños Cantores, entona en el Orfeón. Nadie canta solo. Además, se quiere obviar lo más importante. Se extiende el mandato de Reinaldo Pared, pero también el de Leonel Fernández. ¿No es buena compensación dejar que dirija el partido hasta el 2015? Es el mejor estribo para apearse del tigre. ¿Por qué se quiere interferir una salida tan inteligente? Hay dirigentes, muy pocos por cierto, a los que habrá que bajarles los humos...

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