Festival de las ideas

En el año 1936 el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual convocó en Buenos Aires a personalidades de Europa y América, expresándose los encuentros y desencuentros de dos realidades distintas. Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña se reunían para tratar de encontrar las ideas que definieran el perfil de nuestra América. Ambos, en sus diversas obras, expresaron las peculiaridades de un mundo que iba construyendo su espacio literario, pero que también acusaba una cosmovisión tocando las características de nuestras sociedades. Las reflexiones de esos pensadores encontrarían fuera de lo literario, en la economía con Raúl Presbich y otros investigadores, una interpretación nueva de las posibilidades del desarrollo. La sustitución de importaciones y el proceso de industrialización darían continuidad a la búsqueda de soluciones a nuestro atraso. Los diversos tópicos tratados en el Festival de las Ideas son temas de gran trascendencia en la historia de la identidad dominicana, pero estas reflexiones tienen que ser relacionadas con el mundo actual, sobre todo a partir de teorías que son cotidianamente negadas en la práctica. Dos ejemplos podrían ilustrarnos más. En primer lugar, en el mundo humanístico las diversas escuelas han servido más para apuntalar académicos en los diversos centros educativos de Europa y de América que para explicar una práctica escritural. Ésta en sus mejores momentos se ha escapado de los moldes rígidos. El segundo ejemplo se refiere a la economía internacional a partir de siete temas: las ganancias del comercio, los patrones del comercio, el proteccionismo, la balanza de pagos, la determinación del tipo de cambio, la coordinación internacional de las políticas y el mercado internacional de capitales, que a pesar de su aparente lógica, nos han llevado a la más grande crisis del conocimiento no prevista por los más lúcidos economistas. La diferencia es que si nos equivocamos en teorías literarias podrían ser afectadas las metáforas y las imágenes, pero si lo hacemos en otras áreas, podrían morir millones de seres humanos de hambre y otros pasar a la pobreza extrema sin ni siquiera imaginar lo decidido en los grandes centros de poder. Debemos continuar con El Festival de las Ideas a través de una visión de nuestra identidad ligada a lo que pasa a nivel internacional y sobre todo, estrictamente atentos a la cotidianidad de los seres de carne y hueso que deben adquirir cada vez más la condición de ciudadanos.