Qué esperar del FMI
El FMI ya está aquí. El equipo económico ha acordado los términos del nuevo Stand By con la misión del Fondo. Así lo afirma una breve declaración del Jefe de la Misión, Señor Alejandro Santos, publicada el pasado viernes 18 de septiembre. “Los elementos esenciales del programa económico ya se han acordado” dice la declaración del Señor Santos. Sólo se esperan los detalles y la aprobación de la Carta de Intención por el directorio del FMI. La declaración del señor Santos dice “que será un programa de varios años”. Esto quiere decir que no será un Stand By corto plazo, de 12 ó 18 meses, sino, al menos de 24 ó 36 meses. Por tanto hay que tratar de hacer un ejercicio sobre qué debemos esperar en términos de flujos por parte del FMI y los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo. Otros países afectados por el impacto de la crisis financiera y económica internacional han firmado con el FMI en el primer semestre del año 2009. Nosotros preferimos esperar. Para poder comparar lo que recibirá nuestro país es bueno referirse a lo que han logrado nuestros vecinos de economías similares, así como otros. En particular El Salvador, Guatemala y Costa Rica, nuestros socios en el TLC, han firmado los llamados Stand By “Precautorios”, que en lugar de contraer la demanda y bajar los déficits fiscales, han sido diseñados para contrarrestar el efecto recesivo de la crisis mundial, y preveer problemas y facilitar acceso a recursos multilaterales y privados. En los casos de El Salvador y Costa Rica, el FMI en sus comunicados del 16 de enero y del 13 de abril habla literalmente de “Stand By Precautorio”. El tiempo de duración es también muy parecido, 14 meses y medio para El Salvador y 15 meses para Costa Rica. En el caso de Guatemala, que fue aprobado el 23 de abril, el acuerdo es de 18 meses. Los tres países recibieron el equivalente en recursos del FMI al 300% de su cuota de capital en el Fondo: US$800 millones para El Salvador; US$735 millones para Costa Rica y US$935 millones para Guatemala. El Salvador recibió adicionalmente un paquete del BID y el BM por US$950 millones para apoyo presupuestario. Costa Rica y Guatemala están también recibiendo apoyo para gasto fiscal de los bancos multilaterales en la medida que sus economías han sido impactadas por la crisis mundial. En nuestro país, el pasado jueves 17, el secretario de Hacienda informó que “el pacto envuelve desembolsos por US$990 millones 300 millones del BM y unos 390 millones del BID”. También informó a los periodistas que “el país recibirá unos 300 millones este año del Fondo y unos 150 el año próximo, para un total de 450 millones”. Resulta que la cuota de República Dominicana en el FMI, al actual tipo de cambio de los Derechos Especiales de Giro –la unidad monetaria del FMI- es de unos 346 millones de dólares. Si hacemos el símil de trato con los vecinos centroamericanos, deberíamos acceder al 300% de la cuota, que sería, unos US$1,040 millones. El girar ese monto o no, es facultad del país. Sí nuestro país recibe tan sólo US$450 millones, como afirmó el ministro de Hacienda, estaremos recibiendo el 130% de nuestra cuota, menos de la mitad de lo recibido por Costa Rica, El Salvador y Guatemala este mismo año. Sin mayor información, nos preguntamos ¿por qué ese trato diferente? Pero peor aún. Colombia recibió el pasado 11 de mayo, el acceso al 900% de su cuota, equivalente a US$10.500 millones, bajo la llamada “Línea de Crédito Flexible”. México recibió el 17 abril, bajo la misma Línea de Crédito Flexible, el 1,000% de su cuota, ascendente a US$47,000 millones. Aún así, no es hasta septiembre que México anunció un paquete económico “procicliclo”, ya que a diferencia de todos los demás programas, se basa en recortes de gasto de casi 2% del PIB, aumentos de impuestos sobre la renta, selectivos y un impuesto “a la pobreza”, que puede profundizar la recesión en lugar de combatirla. Pero regresando a nuestro país, también llama la atención que las declaraciones del secretario de Economía hablan que los recursos que recibirá el país ascienden a US$1,255 millones, pero sin precisar cuanto corresponde al FMI, que sólo es para balanza de pagos y reservas del Banco Central, y cuanto de los bancos multilaterales para compensar o aumentar de gasto presupuestario. El comunicado del señor Santos afirma correctamente que la República Dominicana ha sido afectada por la menor demanda externa y la crisis internacional, teniendo particular falta de capacidad de maniobra en lo que respecta a la política fiscal y a la compensación de la caída de las recaudaciones y la formulación de un programa de estímulo vía el gasto público. Por ello esperamos, y confiamos en que nuestros experimentados negociadores hayan hecho un buen trabajo. El programa no debe ser de más de 18 meses. Debemos aspirar a recibir del FMI no menos del 300% de nuestra cuota, igual que Costa Rica, El Salvador y Guatemala, y no digamos que lo recibido por Colombia y México. Los bancos multilaterales deben poner sobre la mesa un paquete no menor de US$1,000 a 1,500 millones, y el programa fiscal debe incluir, además, recursos externos de bonos y bancos privados por otra cantidad similar. Solo así podremos salir del bajo desempeño que habla el señor Santos, de entre 0.5 y 1.5% de aumento del PIB para 2009, y volver a tasas acordes con nuestra necesidad y tradición. Sólo así bajaremos el desempleo, aumentaremos la actividad comercial e industrial y la economía se podrá reactivar.