MI POSICIÓN
Dos historias: Guido y Tony
Algunos dicen que el mundo gira y que a la vez se precipita en su propio vacío dando la sensación en muchas ocasiones de que no todo lo que se hace o se dice sobre la vida de las personas y sus circunstancias pueden estar relacionadas con este imaginario postulado, que a decir por lo que expresa encierra una mentira tan piadosa como en aquel verso del cantautor español Joaquín Sabina: “Y así fue como aprendí que en historia de dos a veces conviene mentir, que ciertos engaños son narcóticos contra el mal del amor”. Toda historia está sujeta a un orden para poder ser entendida y más que nada si trata de dos historia tan auténticas que trasciende de padre a hijo, cuyos progenitores fueron sin lugar a dudas en su tiempo y por siempre dos de los más extraordinarias figuras políticas que jamás haya existido en el país, ejemplos de juventud en todas las épocas, líderes llenos de ideales y de luchas revolucionarios, que lo dieron todo a cambio de nada. Ambos ido a destiempo, uno asesinado por la impiedad del imperialismo de la Guerra Fría como fue el caso de Maximiliano Gómez, y el segundo el más grande líder de masas que jamás hayamos tenido, el verdadero símbolo del perredeísmo auténtico, José Francisco Peña Gómez. Ahora le toca el turno a dos historias similares que se conjugan en tiempo y espacio y en un mismo partido político: Guido Gómez Mazara y Tony Peña Guaba quienes aspiran a ser en la convención pautada para el 27 de septiembre el secretario general y el secretario de organización del PRD. Sin embargo, hay quienes les quieren cerrar el paso a los dos y de paso enturbiar las aguas que necesariamente tendrán que beber para llegar a la meta del triunfo de Miguel Vargas. Lo que a juicio de muchos sería un error para las aspiraciones de Miguel el querer cerrarles el paso a esas dos historias, Guido y Tony, pero sobre todo por que se vería como una traición y un vil atropello a la memoria históricas de esas dos historias.