Opinión

BIBLIOMANÍA

Compendio de una labor en los deportes

Francisco ComarazamySanto Domingo

Hasta la columna me llega un compendio repleto de fotografías que abarca las memorias de la Secretaría de Deportes en el período 2004-2008 bajo la dirección del entusiasta compueblano Felipe Payano, oriundo de San Pedro de Macorís. Se trata de una recopilación de acciones llevadas a cabo por esa dependencia ofi cial. La gestión de Payano, quien físicamente es más largo que aquellos antiguos palos de escoba, está marcada por dos hechos sin precedentes en la historia del deporte dominicano y que refl ejan que además de efi ciente servidor público es un hombre de suerte. Y es que dicho ejercicio se inició en agosto de 2004 con la medalla de oro conquistada por Félix Sánchez en los Juegos Olímpicos de Atenas, y culminó con la presea aurífera de Félix Díaz en los Juegos que tuvieron lugar en Pekín, la capital china. El libro destaca los aportes que la Secretaría de Deportes realizó para la puesta en marcha y culminación de numerosas competencias deportivas en los más diversos puntos de la geografía nacional, así como un resumen de iniciativas en el campo de la literatura deportiva tanto en el patrocinio de publicación de obras de cronistas deportivos como de concursos abiertos al público y estudiantes. Igualmente destaca el respaldo que desde la Sedefi r se les brinda a los atletas para que, junto a sus carreras deportivas, cumplan con sus estudios superiores y puedan obtener un grado académico, herramienta útil para el porvenir cuando las energías menguadas no permitan un desempeño auspicioso en las canchas y campos. En los países desarrollados plenamente, el deporte se practica mayormente en las escuelas y universidades así como en las fuerzas armadas. Así es en los Estados Unidos y Cuba, para mencionar dos naciones de nuestro continente, y también ocurre en la mayoría de los países de Europa y los de mayor avance en el Lejano Oriente. El libro contiene informes de un censo deportivo, ejecución presupuestaria, ayudas a necesitados, programas de recreación en Navidades, Semana Santa y Vacaciones de Verano, apoyo al programa de Barrio Seguro, Juegos Patrióticos en el exterior, acuerdos institucionales nacionales e internacionales, y un rosario largo de respaldo a torneos y justas deportivas. La publicación abarca también un breve relato del devenir del deporte dominicano desde sus orígenes hasta nuestros días, con mención de sus grandes héroes, así como detalles de la historia de la República Dominicana. No dispongo de un método científi co para determinar el grado de popularidad de los actores dominicanos en las funciones públicas, pero a “ojo de pájaro” me atrevo a decir que el compueblano Jay disfruta de una apreciada estimación por su efi ciencia y humildad, cualidades difíciles de encontrar en las personas tocadas por el éxito.

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