La política internacional  ecléctica de Fernández

LOS ILEGALES.- La interrogante va dirigida a mi, pero se la pivoteo a la Dirección de Migración para que la responda pronto y bien. Estimado Señor:Complacido me dirijo a usted para después de saludarlo, informarle que con harta frecuencia leo sus enfoques sobre temas haitianos y he querido compartir una inquietud que hace tiempo tengo. Muchas veces he leído en los periódicos que las autoridades de Migración hacen redadas en la ciudad de Santiago y detienen y repatrían determinada cantidad de haitianos ilegales. Mi curiosidad es que si el país está lleno de esos nacionales en pueblos y campos ¿cómo es posible que solo se recojan en Santiago? ¿Será para preservar la “pureza” de la raza o que las actividades y responsabilidades de la Dirección de Migración solo se circunscriben a dicha ciudad? Por más que he querido, en relación a ésto, me hago mil preguntas y no contesto ninguna. ¿Es que vamos a dejar que sean los nietos nuestros quienes enfrenten este magno problema? ¿Tiene ese organismo alguna excusa para no hacer su trabajo a nivel nacional o hay alguna disposición oficial que la limita? Espero de usted que es una persona muy coherente y bien informada me de una opinión al respecto. Agradeciendo sobremanera su atención, lo saluda.Isidro Mojica LOS CHIQUITOS.- Los problemas del gobierno dominicano con el norteamericano no se deben a las actitudes de los altos cargos, sino de los funcionarios intermedios que hacen del chisme una forma de diplomacia. No hay dudas de que actualmente existen dificultades, y la exclusión del presidente Leonel Fernández de la reunión de sus homólogos centroamericanos con el vicepresidente Joe Biden, no es la mejor prueba. La explicación dada por Cancillería llena el cometido de la forma, pero deja intacta la sospecha. La cancelación de visas a oficiales de los diferentes cuerpos armados es un mensaje demasiado claro para que el gobierno se haga el zoquete. Los proconsulitos quieren que se actúe en consecuencia, aunque sea para llenarse de vanidad por haber presionado con éxito. Corrió el rumor de que venían unos decretos parecidos a los del pasado 27 de Febrero, enviando para sus casas a los marcados por el estigma del imperio, pero fueron retenidos atendiendo a razones de estrategia mediática: no convenía provocar más ruido en los cuarteles. Después del San Zenón de los 31 generales, las aguas han ido tomando su nivel, y un nuevo alboroto no era lo más adecuado. El jefe del Estado gusta decidir cuando la opinión pública está desprevenida y no cuando está ansiosa de que proceda como imponen las circunstancias... ECLÉCTICA.- Desde su primer mandato el presidente Leonel Fernández se mueve en el escenario internacional aplicando una política ecléctica, en que los intereses del país no disciernen poderes. En España, por poner un ejemplo, se relaciona con el PSOE, el Popular y la Izquierda Unida. Se mantiene leal al ALCA, pero en ocasiones se manifiesta como si fuera miembro del ALBA. Eso aquí sienta bien, la independencia hace digna la nación, pero de seguro que eso ofende por lo bajo al norte revuelto, que ya no es tan brutal, pues permite esos rejuegos sin usar las antiguas cañoneras. En el contexto todo está insuperable, pero los funcionarios de escala media piensa que la situación se les va de las manos, y a falta de constreñimientos, chismean. Lo de las relaciones diplomáticas con Cuba pasó, pero los responsables norteamericanos en el país, en especial los incumbentes de las agencias, sacaron en cara los viejos compromisos. El Presidente aplicó la política del palo dado ni Dios lo quita, no torció su voluntad, y la fusilería no alcanzó categoría de metáfora. Ahora será igual, aun cuando la insidia se desliza por los encubrimientos y las complicidades, por la cercanía de los personajes. La política es como la guerra: si se cede un palmo de territorio, el enemigo se hace con las mejores posiciones. Debe ser difícil pelear arriba, batirse abajo, y no encontrar manera de resignar el medio...