ORLANDO DICE...
En el PRD los grupos continúan poniendo piedras en el camino
Los hechosEl miércoles fue de ajetreos en el PRD, pero el gran público no se enteró. Ese día se produjeron dos hechos, y los bandos quisieron manipularlos a su favor, sin que fuera clara su relación o su consecuencia. El sector de Miguel Vargas se negó a firmar el reglamento de la convención y la dirección del partido suspendió la reunión de la Comisión Política supuesta para el pasado jueves. El grupo de Hipólito MejÏa corrió la voz de que había una nueva “crisis” y que la situación había obligado a dejar sin efecto la convocatoria. Después se aclararon las cosas. Hubo un encuentro “conspirativo” de Mejía, Ramón Alburquerque, Luis Abinader, Vicente Sánchez Baret, y algunos incluyen a Toni Peña Guaba, en la casa campestre del primero. Ahí fue que se decidió la suspensión, antes de que se conociera la renuencia del MVP a rubricar el documento. Incluso, se llega a esta conclusión siguiendo la cronología. El encuentro de la loma tuvo lugar alrededor del mediodía, en tanto que la “rebeldía” de los comisionados de Vargas fue a media tarde. La explicación que han dado revela un juego siniestro, pues la verdad anda muy lejos. Que el presidente Alburquerque considera que el reglamento debe ser estudiado más detenidamente antes de someterlo al pleno de la Comisión Política. Que a la pieza se le introdujeron a última hora elementos que afectan el “consenso”Ö AprobadoEl reglamento de la convención fue aprobado, aun sin la firma de los representantes de Miguel Vargas, en razón de que sus oponentes son dieciocho y ellos solo cinco. La mayoría se impone, y no la unanimidad. Incluso, el coordinador Tirso Mejía Ricart lo envió a secretaría para que esta a su vez lo remitiera a la Comisión Política, donde deberá ser ratificado y se producirá la consabida proclama. Es decir, que la resistencia del MVP no afecta el proceso. Ahora bien ¿por qué cada sector insiste en poner piedras en el camino? La desventaja de Vargas en los organismos, incluyendo los ad hoc como la comisión preparatoria de la convención, es obvia. Sus partidarios afirman que ahora son decisivos en la CP, después de adhesiones como la de Francisco Peña en el Santo Domingo Oeste y Yayo Matías en Mao. Dicen contar con un 56%, que supera a los demás, en caso de que todos se juntaran, como ha estado sucediendo. Sin embargo, siempre hay unos que abandonan la reunión antes de votarse, u otros que no van, al no darse cuenta de que la diferencia era precaria. Esas fallas dicen haberse corregido, pero habrá que esperar el martes, puesto si fuera tanta la militancia no hubiera que insistir en esa convocatoria temprana, en ese almorzar en un mismo restaurante para ir juntos a la cita... ¿Qué de qué?¿A qué se debe ese laborantismo de los grupos de Mejía, Abinader y Alburquerque, dejando fuera de sus concertaciones al de Miguel Vargas? Ninguno explica, y evidentemente esa es la parte que no se ve, y como en el aforismo, es la más importante. Se sabe porque lo han dicho, que mientras Vargas postula el voto a voto, cerrando toda posibilidad a los tratos de aposento, sus adversarios se inclinan por el tradicional reparto. Por ejemplo ¿qué le dan a Alburquerque? No se quiere ir para su casa, y mucho menos con las manos vacías. Entre las ofertas que se barajan se cuenta dejarlo como representante del PRD ante la Internacional Socialista o la candidatura a senador por Monte Plata sin someterse al escrutinio de las bases. Sin embargo, se mantiene delirante asegurando a sus íntimos que seguirá como presidente del partido. Nadie sabe cómo, pero sus aspiraciones permanecen latentes. Su adversidad con Vargas tiene que ver con su comportamiento durante la pasada campaña electoral, pero su actual beligerancia podría ser consecuencia de su disputa por la misma posición. Así las cosas, los oponentes de Vargas tienen dos gallos, uno a la intemperie, Enmanuel Esquea Guerrero, y otro tapado (por sí mismo), Alburquerque. El Maestro (el Bruce Lee del PRD) sería el ex presidente Mejía, que siendo uno, o tal vez el más pequeño, va sorteando dificultades y ganando aplausos, aunque sea afuera del cine...