Opinión

TESTIGO DEL TIEMPO

El presidente Obama en crisis

NUEVA YORK.- Usar pistolas para conseguir dinero del banco es un atraco. La policía balea a los atracadores considerándolos “basura humana y social”. Si un banquero saca el dinero por puertas invisibles, es un “autoatraco”, pero si muchos lo hacen simultáneamente, es una “crisis financiera”. Y les damos dinero a los banqueros para que no saquen más y, mientras más les damos, más sacan. El banquero evolucionado del siglo XXI supera por mucho a los de siglos anteriores. Algunos banqueros del pasado confundieron su dinero con el de sus ahorrantes y terminaban en la cárcel. Los de ahora, sin pistolas ni confunsiones, sentados en sus bancos hacen que los contribuyentes les entreguemos billones de dólares. Parece un atraco celular. ¿Cómo lo hacen? En complicidad con los políticos. La crisis financiera tocó fondo en septiembre, pero empezó en marzo, hace un año, con el colapso Bear Stearn, donde pusimos US$230,000 millones. En el verano Fannie Mae y Freddie Mac se chuparon otros US$200,000 millones, American International Group (AIG) lleva unos 190,000 millones. Después del colapso de septiembre le dimos US$787,000 millones al gobierno de Bush en sus días finales. Las soluciones de Bush, durante diez meses, costaron $1.4 billones. (trillones en inglés). En dos meses, el presidente Barack Obama consiguió US$790,000 millones primero; ahora habla de un billón. En total Obama lleva US$1.7 billones, US$300,000 millones más de lo que Bush gastó en 10 meses. Los banqueros se han buscado más de tres billones para “descongelar el crédito”. Y nada cambia. Y sólo tenemos dos cosas seguras. Primera: nadie sabe cuánto costará “resolver” la cuestión, pero cueste lo que cueste, pagaremos nosotros. Segunda: Obama no cambia la política de Bush. Repite los mismos errores esperando resultados diferentes. Parece que desperdiciará su popularidad y la oportunidad de producir los cambios que tanto prometió y necesitamos.

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