UN MOMENTO
El hambre no espera
El mensaje cristiano o cualquier otro mensaje que tiene al ser humano como base de su desarrollo, incluye siempre el tema de la esperanza. Jesucristo habló de la esperanza, la esperanza en un mundo mejor, la esperanza de la salvación, muchos ítemes en esa dimensión de la esperanza, pero cuando se trataba de situaciones como la del hambre, nunca dijo esperen una solución para el hambre, sino: ¡Dénle de comer! El hambre no espera, el hambre es de cada día; mientras el ser humano o las sociedades mejoran su calidad de vida colectiva o comunitaria hay que enfrentar el hambre. De ahí que todo programa de un gobierno ha de mirar siempre el hambre y nunca descuidar esa dimensión, ni en las comunidades, ni en los individuos; ha de tener en cuenta esta realidad. A nuestro alrededor hemos de decir, siempre, que por lo menos algún hambriento de mi país, del lugar donde esté, no se acueste con hambre. Anunciemos la esperanza, pero recordemos que el hambre no espera. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.