Un aviso para “Metrico”
Hola “Metrico”, vengo a decirte que en tu Metro se te ha olvidado abrir un espacio para la poesía dominicana. La he buscado por todas partes, de arriba a abajo, de derecha a izquierda, por los lados de las escaleras y por debajo de los puentes. He revisado vagón por vagón y he recorrido todas las estaciones, desde Mamá Tingó hasta el Centro de los Héroes, pasando por Juan Bosch, Joaquín Balaguer y las Hermanas Mirabal. Uno de los muchachos que trabajan por allá me dijo que en estos días andas muy ocupado grabando en TV y por eso te estoy dejando este aviso. Yo sé que tú cuidas a tu Metro, que nos enseñas que es cómodo, rápido, seguro y económico y que transporta a mucha gente que no puede comer chicharrón, ni fumar, ni portar armas de fuego, ni cuchillos, ni animales, ni llevar maletas grandesÖ Pero no tengas miedo, la poesía puede ser transportada sin peligro. Y ahora, pon atención: hay poesías maravillosas, con las que se puede entrar hasta en el corazón más escondido. Las verás vestidas de colores, brillando en la noche como los cocuyos, cantando mil canciones, contando historias bajitas al oído de los viajeros. Algunas se elevan en oraciones hasta llegar a Dios y también están las que lloran lágrimas de ausencia. Unas son divertidas, alegres, coquetas, mientras que otras se visten con gran sobriedad, despertando el respeto y la admiración de aquellos que las leen. Si te decides a invitar a la poesía para que viaje en tu Metro verás que tiene muchas ventajas. Es inteligente, honesto, gratis, un regalo para el espíritu de los viajeros. No olvides que ellos también tienen alma. Y además no molestarás a nadie. Y es ecológico, te aseguro que no contamina en lo más mínimo. Y tampoco tendrás que cambiarla porque los viajeros nunca se cansarán de leerla. Y lo mejor es que no consume electricidad, porque funciona con la energía que les proporciona el alma de los pasajeros, así que no te costará dinero mantenerla viva durante mucho, mucho tiempo. ¿Sabes algo? Estuve hablando con los “metritos” de París y Madrid, Tokio y Nueva York, y todos ellos, sin excepción, me han dicho que les gusta tanto la poesía que han colocado rótulos especiales en sus vagones para que los pasajeros puedan disfrutar de los poemas más bellos. Incluso algunos “metritos” me mostraron orgullosamente las fotos que se han hecho con poetas famosos y me dicen que a cada rato invitan a los mejores escritores extranjeros de todos las épocas para que sus viajeros puedan leer poemas de otros países. Como no he conseguido encontrarte, he pensado dejarte aquí el aviso para que lo recojas cuando pases. Te alegrará saber que la poesía es como tú, hija de la imaginación y el talento, rebosante de ideas buenas para la gente. Hasta pronto, “Metrico”. Y ten siempre presente que tu corazón, igual que el nuestro, es pura poesía.