La prioridad

Como ser humano, como padre, como hermano, como comunicador, como esposo, tengo mis prioridades. Pero, cuando se trata de la colectividad, esa prioridad debe cambiar. Cuando es una o varias decisiones que involucran a nuestro entorno se debe cambiar el objetivo. Hay que buscar consenso, cruzar opiniones sobre qué es lo importante y necesario en la ocasión. Por ejemplo, la presa de Monte Grande es una prioridad. Porque en estos tiempos de crisis económica sus aguas servirían para integrar más de 400 mil tareas a la producción, generaría energía eléctrica, proporcionaría agua de calidad a los acueductos del suroeste. Además, durante los tres años de su construcción, cientos de obreros, decenas de ingenieros y otros pro- La prioridad fesionales tendrían trabajo asegurado. Contrario a esto, el techado que se pretende hacer al Centro Olimpico Juan Pablo Duarte o los 4 mil millones que se anuncia se invertirán en la transformación del estadio Quisqueya no es prioridad. El país no tiene abundancia económica, como no lo está ninguna otra nación. El objetivo de cambiar el Quisqueya es atraer el Clásico del Béisbol en 4 años. Como seguidor de ese deporte no estoy de acuerdo. Ademàá, ¿Si pierde el equipo dominicano en tres partidos, como sucedió ahora, quién irá al campo de béisbol durante los demas partidos? Los médicos reclaman reajuste de sueldo, los suroestanos claman por la presa de Monte Grande, los pueblos demandan arreglo de calles, los productores quieren tasa cero. Siempre el ser humano tiene un montón de reclamos y necesidades. Yo no recuerdo la primera protesta reclamando el techado del Olómpico ni la transformación del estadio Quisqueya. Es cuestión de priorizar necesidades reales.