Sueño PRSC

Pese a lo que se ha avanzado, el proceso de reunificación reformista arrastra un gran problema, quizá fundamental a la hora de medir resultados: El factor credibilidad. Y es que aun cuando la mayoría, dentro y fuera del PRSC, respalda la iniciativa de unidad y estima que ayuda al posicionamiento de la organización, aflora el temor y la gran sospecha de que la tarea emprendida no sea en serio ni sincera. Lo primero es que el fin de la unidad, por lo diverso, no está claro, y lo segundo, pero clave, es que las diferencias personales entre algunas cabezaa de grupo dentro del PRSC no están resueltas. (Se cita que en uno que otro caso puede que se juegue a las apariencias, por recomendaciones “superiores”, pero que en el fondo el arreglo nunca llegue o no sea real). Cual sea el propósito o proyecto de las partes que componen el PRSC, lo cierto es que sueñan y se pierden en lo claro los que, no sólo venden y promueven la idea de que el reformismo lleve un candidato propio a las elecciones presidenciales, que es legítimo, sino de que el doctor Leonel Fernández y el PLD respalden a un reformista, resaltando la figura del ingeniero Carlos Morales. Al margen de la importancia de los “compatriotas” como aliados, mal podría Leonel, con un partido mayoritario en el poder y con más de un presidenciable en su haber, jugarle una trastada a su organización y embarcarse en la aventura de respaldar una fórmula extrapartido que, por demás, no sea segura carta de triunfo. Además, el PLD como tal y figuras como Danilo, Jaime David y hasta doña Margarita, que está en “el globo”, pudieran ver como una indelicadeza, para no hablar de irrespeto, el sólo hecho de vender la idea referida. Habrían dos razones, en el fondo, por las que los del PRSC-aliados, pero no insertos en el PLD, promueven la unidad: Para cotizarse y mantener los espacios de poder ganados y, segundo, con miras a alcanzar el 5% requerido para volver al presupuesto electoral. ¡Hay más!