Fraude colectivo

En República Dominicana y en otros países del continente latinoamericano se hizo una costumbre el falsificar documentos, con tal de tener un medio para emigrar a Estados Unidos o a cualquier otro país de Europa. Esa práctica realmente se tornó así en un fraude colectivo; muchos lograron sus documentos, lograron establecerse y su economía empezó a mejorar, pero más tarde o más temprano los últimos que han llegado a esos fraudes han sido descubiertos y han tenido que pagar las consecuencias. Todo fraude trae consecuencias malas; cuántos de los peloteros dominicanos por cometer estos fraudes terminaron mal. Esto siempre nos indica que todo fraude, a la corta o a la larga, aunque se practique de manera colectiva, termina en la cárcel, termina haciendo que unos paguen por todos lo que todos debieron pagar. Los fraudes, sean personales o se hayan convertido en una manera habitual de actuar, más tarde o más temprano se pagan, y se pagan muchas veces con gran vergu¨enza y de manera muy costosa. Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.