La nueva América de Leonel
La nueva América es la tierra más libre y plural; en la nación más poderosa, si olvidamos el eufemismo de afroamericano, tenemos a un presidente negro, que de paso, es muy popular y, contra todo pronóstico, dejó el mando Fidel Castro, el último líder histórico del continente. Un líder obrero, es el presidente más popular del hemisferio en Brasil y, guardando armonía con su origen, se ha comportado como un sabio empresario en sus políticas públicas, más al Sur, tenemos a dos mujeres elegidas por el voto universal de sus conciudadanos y, ellas, tienen como vecino, a un indígena en Bolivia y, como sobreviviente al neoliberalismo a un presidente que concitando el apoyo de conservadores y liberales, ganó sin ningún partido y ha mantenido el más alto índice de apoyo a su gestión del hemisferio, Alvaro Uribe. Las repúblicas de Centroamérica, tampoco andan a la zaga y, los gobiernos de izquierda lograron su oportunidad gracias al rechazo de las políticas neoliberales de las democracias electorales de la región establecidas en la Tercera Ola, a partir del año de 1978. Los gobiernos, excepto uno, han sido elegidos democráticamente y, en los últimos años, más de una docena de presidentes han sido sustituidos por mecanismos constitucionales sin que ello levante de nuevo el fantasma militarista y, hasta la práctica multilateral, tan vieja en el continente, viene siendo sustituida sin quiebras de las entidades. Abundan los grupos en que cada año los presidentes se reúnen para tratar los temas de la región: la OEA, sigue ahí, pero nadie la reclama cuando hay dificultades, el último y mejor ejemplo, fue la Cumbre de Río, que en Santo Domingo en el 2008, dejando de lado su agenda medioambiental, trató frente a todos los ciudadanos del mundo, la crisis entre Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Colombia. De esa cumbre, ahora vamos a la Cumbre de las Américas en abril, que será el primer encuentro continental con el Presidente Obama; pero sería tonto no considerar las influencias aglutinantes que vienen teniendo los demás grupos y asociaciones: Caricom, AEC, Grupo Río, etc. Y, en medio de la crisis económica, América se reúne, también en su parte financiera de apoyo al desarrollo, más activa en Medellín del 27 al 31 de marzo en la 50 Asamblea del BID, allí también habrá un nutrido grupo de presidentes. Pero la crisis económica, América Latina, por primera vez, sin que escape a los efectos generales, parece la región que mejor la llevará en términos de estabilidad: en términos políticos y económicos, América Latina ñen tiempos de crisis- parece hoy estar mejor habilitada que nunca para salir del bache y andar senderos de progreso. En ese escenario ya no hay ideologías, remedos de ella, apenas sobrevive el embargo a Cuba, que ninguna nación latinoamericana respeta, en él, estadistas del sistema como el de Colombia, mantienen relaciones fluidas con Castro, igual que jefes de Estado, confrontadores como Venezuela, igual hacen moderados como Fernández; empero, cuál presidente se encuentra mejor posicionado en el área, por diversas razones? Leonel Fernández. Por un lado, su segundo mandato se inicia, vale decir que tiene casi cuatro años por delante, contrario a Lula o Bachelet, por ejemplo, que casi terminan; siendo presidente por tercera vez, tiene mayor cantidad de amigos en ese club, tanto en los gobiernos, como en la oposición, su administración es ejemplo de éxitos económicos y democráticos, mantiene buena relación con Estados Unidos, pero con independencia y, de igual manera con Uribe y Chavez, que ejercen un liderazgo fuerte en sus pueblos y sus vínculos con Centroamérica y El Caribe, le sitúan como un eje o puente regional. La Cumbre de Río, lo consagró como un negociador prudente y hábil a los ojos del mundo. Hoy, más que nunca, en un mundo en que las armas no deciden mucho, un Presidente bien situado en el plano internacional garantiza un espacio vital para el país que dirige en el concierto de las soluciones posibles en el sistema democrático, por eso, en el marco de las relaciones internacionales, también, Leonel es el mejor activo del país en este momento, tanto, que habiendo un Presidente democrático, elegido por segunda vez, Premio Nobel de la Paz, se habla más ñy se espera más- del Presidente dominicano, por eso hay que apoyarlo en la Reforma Constitucional, que debe cambiar la democracia electoral, por una democracia plena de derechos ciudadanos garantizados por una Corte Constitucional, autónoma e independiente.