EL ROEDOR
Milagros y diputados
Que la pluma de polifacético César Medina produce oro, lo sé de viejo, pues no me perdía sus artículos en el “Hoy”. De ahí que no me sorprendan las exquisitas entrevistas de los domingos en este Listín Diario, ahora como retratista de fuste. La de la Dra. Milagros Ortiz y la de Euclides Gutiérrez Félix, no podrían ser mejores. Los amantes de la lectura las gozamos, al margen de los criterios ideológicos y las diferencias políticas, que el mismo César ha tenido con ambos, y hasta con otros, porque a raíz de la derrota de Jacobo Majluta, en 1986, cogió la cuerda y le oí una expresión en la Redacción del matutino de la San Martín, acerca de lo que se debería hacer “con esos dos viejos” (Balaguer y Bosch), que todavía, cuando me recuerdo, me sotorrío. Todo lo que “Milagritos” dijo es verdad y es verdad, también, lo que dice César de ella. Su primacía en la escena política de las últimas décadas no se la puede regatear nadie, ni nadie puede dudar de su honradez, ni de que viva en el mismo apartamento de muchos años y que lo deba todavía, no obstante haber sido secretaria personal de don Juan en el gobierno sietemesino, senadora del Distrito Nacional por el PRD y Vicepresidenta de la República, también por el PRD. Ahora bien, eso no quita que aclaremos algunos “gazapos” que capté en la entrevista que César les hizo a Milagros Ortiz. “Milagritos”, como la llamaba Bosch hasta 1978. Primero, doña Milagros no se fue del PLD porque el líder del PLD, su tío, llamara a un “gobierno de unidad nacional”, porque Juan Bosch (¡y vayan a los papeles, que están todavía frescos!), llamó a un “Acuerdo de Unidad Nacional”, que son dos cosas distintas aunque parezcan iguales o quiera decir que es lo mismo, porque mi caudillo era un hombre con manejo magistral la lengua y sabía lo escribía. De ese “Acuerdo”, en que incluyó al PRSC, al PRD, a las FFAA y al PLD, saldría la solución al “golpe de Estado” que le dieron a don Antonio Guzmán, que era un hecho, aunque se podría criticar a Bosch por incluir a PLD, que apenas sacó cerca de 18 mil votos; pero eso fue lo que planteó ante el hecho consumado. Y eso es así, pues todos recordamos que el embajador de EEUU, Robert Yost, iba todos los días a la casa de Balaguer y no era recibido, después que un Capitán paró el cómputo de los votos la noche del 16 de agosto del 1978. Quizás Bosch creyó que su prestigio moral era suficiente para incluirse, porque era amigo de don Antonio, quien fuera su secretario de Agricultura y escribió una página memorable por la muerte en un accidente del hijo del presidente suicida, Iván Guzmán Klang. NegociaciónLos otros, incluido Peña Gómez, prefirieron negociar un “acuerdo” con Jimmy Carter y Carlos Andrés Pérez, de donde salió el famoso “Fallo Histórico”, anunciado por el juez-presidente suplente de la JCE, doctor Hugo Vargas Suberví, antes de que se produjera, mediante el cual se despojó al PRD de 4 senadores y un diputado, que pese a lo que proclamó Majluta de que “ahí se sentarán los que eligió el pueblo”, así se quedó, porque Balaguer, por temor a la retaliación del prístino PRD, planteó que había que dejarle el control del Senado, que era el que nombraba los jueces, y por tanto, se quedó con el control del Poder Judicial. Milagros no se fue del PLD porque Bosch planteó “un gobierno de unidad nacional”, sino porque el PLD sacó 18 votos y creyó que su tío era cosa del pasado (por eso, Franco Badía le decía, a partir de esa fecha, “el cadáver insepulto de Juan Bosch”, sin que ella protestara nunca). Otra cosa que hay que aclarar es que no es verdad que doña Milagros no usó nunca el nombre de Juan para denostarlo. Cuando Bosch dijo que si Peña ganaba las elecciones del 1994, se iba “huyendo y se lanzaba en el mar”, ella, que era jefa del Comando de Campaña (luego fue sustituida por Hatuey de Camps, cuya carta a Peña conservo), afirmó “que eso era una pose de don Juan, que ya estaba acostumbrado a esos show”, y cuando yo hice la nota para El Nacional, en que recogía el dato de que era la sobrina, Milagritos fue donde don Radhamés Gómez Pepín y me llamaron y me dijo que el asunto era político, no personal, pero yo le pregunté: “¿Es usted sobrina o no de Juan Bosch?”. “Sí, pero ese no es el asunto”. Di la espalda y seguí tecleando. De ninguna manera aclaro esto para echarle vainas a doña Milagros (que bastante le han echado en el PRD), sino en honor a la verdad, que según el mismo Bosch “por indefensa que parezca, es capaz de derrotar a todo un mundo de mentiras”. DiputadosSólo la objetividad del Listín Diario publicó, como hace el periodismo serio, que en el proyecto de ley introducido por el diputado Cedeño, de Higüey, que pretende cercenar 8.5 kilómetros del Parque Nacional del Este en Boca de Yuma para venderlos a unos italianos para un hotel, cinco diputados del PLD votaron por él, pero todos los perredeístas y reformistas presentes, dieron el corroboro. No es que sean Los Niños Cantores de Viena, ni que no haya perredeístas y reformistas serios, lo que pasa es que al que se abaja, el refajo se le ve. Partiendo de ahí se puede hacer una proyección de lo que pasaría en el Congreso sin Reinaldo Pared Pérez y Julio César Valentín al mando. Ya existe el precedente de que el 2004 a los parques nacionales les fueron cercenados 300 kilómetros cuadrados costeros que hace tiempo fueron vendidos por diputados y senadores que todos conocemos; y los que no han sido vendidos, están nombre de los testaferros de esos legisladores, que esperan lavar pepitas de oro con ellos. “Cuerdos y pícaros sobran; Quijotes son los que faltan”, escribió el inmenso español don Miguel de Unamuno. ¡Ay, papá! www.aristofanesurbaez.com